Como adelantamos en InfoGremiales, el desplazamiento de Horacio Pitrau de la Subsecretaría de Trabajo tras la firma de una resolución que garantizaba el pago de las cuotas solidarias dejó al gobierno sin instancia de negociación con la CGT a días del primer paro general nacional que está previsto para el miércoles 24. Por su parte, la CGT acude al Congreso para que el Poder Legislativo rechace al DNU y a la ley ómnibus que incluye un insólito artículo que fuerza la aprobación del decreto 70/23.
En una versión más extrema y descompuesta del enfrentamiento entre halcones y palomas del macrismo, Javier Milei debió salir a desmentir disputas entre un ala aún más dura de su gobierno y los funcionarios que apuntan al diálogo político. Sin embargo, minutos después reconoció que hay dos líneas y que el ministro Guillermo Francos debe lidiar con «unos cuántos que somos bastante talibanes en la otra línea«, en el sentido de fanáticos, intransigentes.
Frente a la llegada de la ley ómnibus al Congreso, espacio de debate, escucha, reflexión y acuerdos contemplado por cualquier democracia, Milei sostuvo en cambio que «no negociará nada«.
La salida de Horacio Pitrau, un subsecretario de Trabajo que no llegó a ser nombrado en forma oficial, se dio justamente a raíz de las negociaciones que había encarado el funcionario con diversos sectores gremiales para que acompañen la reforma laboral impulsada por el Ejecutivo a través del DNU. Tras sus declaraciones, queda claro que cualquier tipo de acuerdo no es viable con el actual presidente.
La cúpula de Capital Humano logró negociar con Armando Cavalieri un apoyo inicial con el nuevo sistema indemnizatorio llamado Fondo de Cese Laboral que persigue el oficialismo, y a cambio permitió un dictamen que permite seguir recaudando las cuotas solidarias compulsivas que abonan todos los trabajadores en blanco a cambio de los beneficios de las negociaciones colectivas, aumentos paritarios, mejoras en las condiciones de trabajo generales, etc.
En Casa Rosada explotaron y reclamaron el ruede de una cabeza. Fue Horacio Pitrau el señalado y con su salida, Milei detonó un nuevo canal de diálogo con la CGT.
«Echaron al más fácil, un fusible. Si corrían a Pettovello o Yasín iba a quedar en evidencia el quiebre en el gabinete», advirtió este domingo a Clarín un referente de la conducción de la central obrera, quién aseguró que ahora no existe ninguna instancia de conversación entre los gremios y la administración libertaria. «Francos es un funcionario sin funciones, aparece desautorizado todo el tiempo. Ahora también Pettovello quedó en el mismo lugar. No hay con quién hablar, es de locos«, remarcó otro dirigente sindical al mismo medio.
El paro nacional del 24 de enero sigue firme, pese a las críticas de propios y ajenos. Y, siguiendo el plan de lucha, los dirigentes sindicales continúan con las gestiones con los distintos bloques legislativos de cara al tratamiento parlamentario de la ley ómnibus y el mega-decreto de Milei. Tienen acordadas reuniones con representantes de casi todos los partidos.
«Vamos a hablar con todos los sectores que tienen representación parlamentaria porque hay mucha preocupación en la sociedad, muy mal clima y el presidente tiene que entender que no puede seguir provocando al Congreso«, advirtió un gremialista.