«Es un atropello no saber utilizar bien la herramienta de la conciliación obligatoria, la cual no quita poder a nadie sino que refuerza la mesa del diálogo en la cual no ha habido entendimiento», consideró el funcionario que presentó la denuncia por «desobediencia a la autoridad» ante la fiscal Jorgelina Gutiez.
La protesta dispuesta por la UTA local se originó en diferencias en el pago de la antigüedad en la liquidación de los haberes, y se ratificó el martes por la noche ante el fracaso de extensas negociaciones entre las partes.
El secretario general del gremio, Ricardo Salerno, justificó el paro porque, dijo, los empresarios «no quieren pagar lo que corresponde» y, a su criterio, no corresponde la conciliación obligatoria porque «se trata de una retención de haberes».
La huelga se cumplió con un acatamiento total de los choferes de las tres empresas prestatarias, Ersa, Coniferal y Autobuses Santa Fe, dijeron fuentes gremiales.
En tanto, para el vicepresidente de la Federación de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros (Fetap) de Córdoba e integrante del directorio de Coniferal, Gustavo Mira, «los choferes son como unos niños caprichosos, siempre quieren más».
El dirigente empresario resaltó que hay un convenio vigente a nivel nacional que no se respeta y que «el único distrito que pide diferencias es Córdoba», por lo que se solicitó por nota que la Secretaría de Transporte de la Nación se expida al respecto.