Los prestadores de salud pueden ser personas físicas o jurídicas, que otorgan atenciones de salud a beneficiarios de obras sociales o de la medicina prepaga. El gremio de Sanidad firmó ayer un acuerdo con cinco cámaras empresariales del sector asistencial pero hoy salieron otras dos a rechazarlo y lo calificaron como «excesivo e imposible de afrontar». Amenazaron con ir a la Justicia y ante otros organismos para evitar dar el incremento a los trabajadores.
En las ultimas horas desde CAPRESCO (Cámara de Prestadores de Salud del Conurbano) y CAPRESS (Cámara Prestadores de Salud de la Seguridad Social) salieron al cruce del reciente acuerdo de Sanidad con cámaras del sector. Denuncian que son aumentos «excesivos e imposibles de afrontar» y anunciaron que se presentarán en la Justicia y ante organismos correspondientes.
«Los prestadores no estamos representados por las cámaras que han firmado el acuerdo. FATSA, CONFECLISA, ADECRA, CACEP y AAEG, no nos representan y repudiamos las negociaciones que han llevado adelante sin escuchar nuestra posición, agravando la situación critica que estamos viviendo desde antes de la pandemia. No se puede negociar sin nosotros que somos los que tenemos las obligaciones salariales con los trabajadores de la salud», explicaron desde CAPRESS.
«La negociación llevada adelante, absurda y equívoca, evidencia el claro desconocimiento de la situación que atraviesa el sector y la voluntad de obtener rédito en beneficio propio de aquellos que participaron de la misma. Es por estos motivos que no podemos avalar de manera alguna el accionar de los representantes de las entidades firmantes, en claro perjuicio a los prestadores del sector. Tal accionar ha puesto en riesgo la continuidad de nuestros servicios con la consecuente y potencial pérdida de empleo de numerosos trabajadores», explicaron desde ambas cámaras
En ese sentido, agregaron que «El resultado de las negociaciones llevadas a cabo no hace más que perjudicar el funcionamiento de las instituciones de salud que conforman nuestro sector. Este imprudente accionar continúa sobrecargando de obligaciones dinerarias imposibles de cumplir a los prestadores de salud, quienes debemos disponer fondos para afrontar los pagos, sin tratar las urgencias propias del sector y sin consensuar formas de financiamiento, profundizando así la Emergencia Sanitaria y la gravísima crisis económico – financiera en la que nos encontramos».