SanCor, la poderosa firma láctea, debe salarios y aportes. Los trabajadores pidieron un plan de pago. Aparecen en el horizonte nuevos grupos inversores. Irán por la quiebra en caso de que no cancelen la deuda millonaria que acumuló.
La poderosa empresa láctea SanCor mantiene su situación de extrema fragilidad en lo económico y en lo laboral. Es que a pesar de ser uno de los actores más importantes del rubro mantiene deudas acumuladas que tiene su correlato en los salarios de sus trabajadores y en los aportes de seguridad social y salud.
La situación, que ya lleva años, derivó a que ahora la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) anuncie una especie de ultimátum en el medio del potencial ingreso de inversores.
Le reclamó a la cooperativa que cancele la deuda que mantiene con los operarios y el gremio o accionarán judicialmente y pedirán la quiebra.
Además, rechazaron las acusaciones de las autoridades de la firma respecto de que los representantes sindicales se habrían negado a avanzar en un diálogo para alcanzar un acuerdo. «Como es del conocimiento de todos y todas, de manera pública y reiterada el presidente de SanCor ha venido manifestando que ATILRA se niega a dialogar para destrabar el largo conflicto mantenido con el personal y nuestra institución», indicaron los trabajadores.
«Pero lo cierto es que jamás nos hemos negado al diálogo; solo que a lo largo del tiempo nunca hubo una propuesta de pago de la deuda histórica salarial», agregaron.
Asimismo, puntualizaron que «los acuerdos firmados por la empresa para cancelar sus deudas con nuestra obra social, mutual y sindicato, tampoco los cumplió y hoy se encuentran en estado de ejecución».
El gremio resaltó su voluntad de diálogo y que en febrero, por pedido de la empresa, representantes sindicales se reunieron con el gerente general de SanCor, Marcelo Gornati. «En dicha oportunidad, el señor Gornati nos solicitó una tregua en la ejecución de las deudas de obra social, mutual y sindical, y en la retención parcial del débito laboral que llevan a cabo los afiliados y afiliadas por deuda salarial», expresaron.
En el comunicado se menciona que al finalizar esa reunión, el representante patronal manifestó que en breve extendería una propuesta de pago y que había inversores interesados en la compañía que «se contactarían» con el gremio.
«Gornati no volvió a aparecer, pero a la semana siguiente cuatro grupos inversores se pusieron en contacto. Todos habían hablado ya con directivos de la empresa y nos manifestaron su voluntad de incorporarse como conducción en un proyecto de recuperación, siempre y cuando se solucione la deuda con las y los trabajadores, la obra social, la mutual y el sindicato», afirmaron desde ATILRA.
Para cerrar su comunicado, el sindicato lechero destacaron que no detendrán «las acciones judiciales iniciadas ni las por iniciar» que, ante la falta de pago y de acuerdo a la ley podrían desembocar en la quiebra.