En el marco del paro por 72 horas que paraliza la actividad en las industrias siderúrgicas en reclamo de incremento salarial, la UOM movilizó miles de trabajadores en Campana. Lo hizo para apuntalar la protestas y después de la amenaza de Paolo Rocca de mudar la producción a otras plantas.
La Unión Obrera metalúrgica (UOM) comenzó hoy otra huelga total en las industrias siderúrgicas del país. En este caso se trata de un paro de 72 horas en el marco de un plan de lucha que ya tuvo protestas en las plantas por 24 y por 48 horas en las semanas previas.
«Desde diciembre que estamos discutiendo nuestra paritaria y no pudimos alcanzar un acuerdo. 90 días de paciencia tuvimos», aseguró el secretario General de los metalúrgicos Abel Furlán en declaraciones a Radio Con Vos.
Para el gremialista las grandes acereras «niegan la posibilidad de recomponer el salario perdido porque tienen la decisión de acompañar al gobierno actual en que los salarios pierdan poder adquisitivo».
En ese marco, el gremio convocó a miles de trabajadores en las calles de Campana. Allí, donde el Grupo Techint tiene una de sus principales industrias, los metalúrgicos desplegaron su fuerza y demostraron que no están dispuestos a ceder.
La marcha no sólo fue para apuntalar a los trabajadores de paro, sino que fue un mensaje al propio Paolo Rocca que en las últimas horas había salido a meter presión.
«Estas acciones, que no hemos visto en 30 años, ponen en riesgo las relaciones que Tenaris tiene con sus clientes», dijo Rocca sobre las medidas de fuerza que lleva adelante la UOM en las empresas siderúrgicas después de meses sin acuerdo salarial.
El empresario, uno de los más cercanos a la gestión libertaria y de quienes más funcionarios ubicó en las primeras líneas, destacó lo que según él es el impacto que implican las huelgas «para las familias de los trabajadores».
El empresario había dicho que está «preocupado» por las medidas. «Estamos en la profundidad de una crisis muy importante, donde necesitamos exportar y seguir operando para mantener el trabajo», señaló. Además calificó a la medida gremial de «política».
Rocca tiene un enfrentamiento casi personal con Abel Furlán. Cada vez que puede trata de hacerle pagar el precio por imprimirle un perfil más combativo al gremio que nuclea a los trabajadores metalúrgicos y siderúrgicos.
El paro no afecta solo a la planta de Campana, sino también a Acerbrag, Gerdau, Acindar y Ternium.
El caso de Tenaris Siderca en Campana es distinto al de Ternium, porque exporta alrededor del 80% de su producción -tubos sin costura-. En este sentido, desde la empresa indicaron que para no incumplir con sus obligaciones de exportación, el grupo podría decidir colocar la producción a otras plantas en el exterior. «Nos obligan a servirlos desde otras plantas para no dejarlos sin tubos para sus operaciones», dijo Rocca.
«Toda la comunidad debe reflexionar al respecto. A mi juicio, hay un componente político en estas medidas gremiales que no ayuda a nuestra comunidad», cerró en una especie de amenaza.
Se trató de la segunda amenaza. Antes la empresa ya les había advertido a los operarios por una comunicación formal a cada uno: «Estas medidas ponen en riesgo el cumplimiento a los pedidos de nuestros clientes y la futura disponibilidad de las fuentes de trabajo».