La presentación fue realizada por la Federación Judicial Argentina. Contó con la asistencia y el apoyo de las dos vertientes de la CTA. La OIT ya había dictaminado en 2011 que los judiciales debían tener una negociación colectiva y la Corte Suprema desconoció la determinación.
La Federación Judicial Argentina (FJA) que encabeza Matías Fachal presentó una demanda en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el Estado argentino, con principal foco en la Corte Suprema, por el incumplimiento de una paritaria nacional que ponga un pie de igualdad los derechos de los trabajadores judiciales en todo el país. Es que el sector no tiene negociación colectiva como sí gozan, por ejemplo, la docencia o legislaturas.
La demanda de la FJA fue realizada el martes, pero hoy se la presentó públicamente en la sede de la Asociación de Empleados Judiciales de Buenos Aires (AEJBA) con la presencia de Hugo Yasky, secretario General de la CTA de los Trabajadores y su par Hugo “Cachorro” Godoy, de la CTA Autónoma.
Matías Fachal, secretario General de la FJA explicó al iniciar el acto: “nuestro planteo va más allá de la negociación colectiva en las provincias, que es importante, pero también queremos una paritaria nacional, donde podamos discutir pisos mínimos de derechos, con un escalafón único, mecanismos de concurso entre jurisdicciones, todo para que el ingreso sea democrático y no a dedo por los jueces o funcionarios”.
Además de presentaciones de proyectos de Ley en el Congreso, la FJA acudió a la OIT, donde en el año 2011 tuvieron un dictamen favorable que le recomendó al Estado argentino que reconociera el derecho de los judiciales a la negociación colectiva. “Y la Corte Suprema contestó que no nos corresponde, porque ellos ya se habían ocupado de nuestros derechos, pero la Corte es la patronal, son juez y parte en este asunto, y es por eso que entendimos que ya agotamos las instancias nacionales y fuimos a la CIDH”, explicó Fachal.
El secretario General de la FJA reflexionó que “para democratizar el Poder Judicial necesitamos la paritaria nacional, que nos ponga en pie de igualdad a los trabajadores con los jueces, negociando las condiciones laborales, y con la ayuda del CELS realizamos esta acción para ver reconocido nuestros derechos y ser protagonistas de nuestro propio destino”.
Luego tomó la palabra “Cachorro” Godoy, quién explicó que “participamos de este encuentro con mucha satisfacción porque estamos acompañando activamente esta presentación ante la CIDH, como antes también acompañamos las presentaciones ante la OIT”.
Y dijo que tomaron la decisión de sumarse a esta lucha de los judiciales porque “hay una expresión cabal de restricción de la democracia, porque desde la recuperación de la democracia se les niega a los trabajadores judiciales el derecho de discutir con las patronales sus condiciones laborales”.
Cachorro Godoy concluyó diciendo que “en este momento tan particular, de gobierno neofascista elegido democráticamente, es muy importante que los trabajadores actuemos en unidad y con capacidad de resistencia”.
Por su parte, Yasky reconoció que “la paritaria es muy importante, porque significa recuperar autonomía como parte de la clase trabajadora y terminar con la historia de la familia judicial”. En ese sentido, el líder de la CTA de los Trabajadores dijo que es clave estar presentes porque “es muy importante continuar con la unidad, no nos podemos dar el lujo de cometer una ruptura”.
Yasky alertó que “nos enfrenta a una realidad que en democracia nunca habíamos atravesado, que es un Gobierno que dice que la justicia social es una mentira y que el Estado es una organización criminal, y esto sobrepasa lo que fue Jair Bolsonaro en Brasil, porque estamos ante un Gobierno que quiere pedir ser socio de la OTAN”.
Por último, el abogado de la FJA Guillermo Gianibelli explicó que con esta presentación “se le está diciendo a la Corte que haga valer este derecho fundamental para el derecho internacional y constitucional, que es la negociación colectiva, y necesitamos algo que estructure esta discusión. Va a llevar tiempo, va a implicar lucha, pero es una forma de legitimación”.