Mientras Miguel Ángel Pichetto reprobó el agregado en base a la propuesta de la UCR, el radicalismo avisó que si no se trata la reforma laboral, no vota la ley ómnibus. Por ahora, el Gobierno no logra acuerdo con los sectores llamados «dialoguistas».
Los rumores salen por las grietas del Congreso que, tras una movilización plural y multitudinaria contra el ajuste universitario, empieza a transformarse en una arena de Coliseo. Uno de los focos en disputa es la reforma laboral.
El proyecto de Ley Bases no iba a incluir una reforma laboral pero el domingo a la noche el capítulo fue agregado. Según Miguel Ángel Pichetto, completamente basado en la dura propuesta que la UCR le ofrendó al Gobierno.
El jefe de bloque de Hacemos Coalición Federal en Diputados no aceptó la propuesta. Aseguró en una entrevista con Jorge Fontevecchia, que intenta que salga la ley pero que es un «mamotreto jurídico» y que el derecho colectivo debe tratarse con las partes involucradas, en este caso, sindicatos y empresarios.
Dicho lo dicho, la UCR salió al cruce y según consignó La Política Online, avisó en una reunión con el Gobierno que si no se trata la reforma laboral no vota la ley ómnibus y se fue.
A eso se sumaría, según el mismo medio, que los diputados de la Coalición Cívica dicen que no apoyarán el dictamen de mayoría e irán con un texto propio.
Las negociaciones se trabaron y el PRO, con Cristian Ritondo a la cabeza, le reclamaron al Gobierno prolijidad y acuerdo con los sectores que buscan dialogar.