Se trata de la Obra Social del Personal del Fósforo, una estructura chica en materia de prestaciones. La Superintendencia de Servicios de Salud nombró como interventor un exfuncionario sospechado. Es la primera intervención desde la llegada de Javier Milei a Casa Rosada.
El Gobierno llevó a cabo la semana pasada la primera intervención a una obra social en lo que va de la gestión de Javier Milei. Lo hizo a través del nombramiento de un interventor por parte de la Superintendencia de Servicios de Salud.
Se trata de la Obra Social del Personal de la Industria del Fósforo, Encendido y Afines (Ospif), intervenida el 21 de mayo por la resolución 663 con la firma del Superintendente, Gabriel Oriolo, dada a conocer por El Destape.
La entidad maneja al mes unos 350 millones de pesos entre aportes directos, subsidios y reintegros.
La normativa nombró como administrador provisorio al abogado Mariano Luis Negro, de larga trayectoria en la SSS hasta su despido en la gestión de Alberto Fernández.
A Negro lo vincularon a los manejos poco claros a favor de la prestadora Ética Salud, sindicada por traspasos fraudulentos de afiliados de varias obras sociales, entre ellas la del Fósforo.
En la resolución la Superintendencia argumentó la falta de presentación de libros contables y «absoluto desinterés en dar cumplimiento a la normativa vigente» por parte de las autoridades anteriores de Osfip, imposibilidad de garantizar «la cobertura de salud a la totalidad de los beneficiarios».
También planteó carencias en las prestaciones a discapacitados y ausencia de un equipo interdisciplinario para atender sus requerimientos y omisiones en el control interno de pagos a los prestadores.
En enero de este año falleció el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Fósforo, Encendido, Pirotecnia, Velas y Afines (SOEIFEPVA), Clay Eloy Jara Toledo. Desde entonces en el gremio y por consiguiente en la obra social del sector, se abrió un vacío de gestión.