El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) contenido en el proyecto de Ley Bases que se tratará el próximo 12 de junio abrió una grieta entre empresarios porque las pequeñas y medianas compañías cayeron en la cuenta de que el sistema que busca implementar el Gobierno las perjudica. Sin embargo, las empresas grandes encabezadas por el grupo Techint apoyan el modelo. Las pymes industriales señalaron que ya se perdieron más de 10.000 puestos de trabajo y alertan que se podría llegar a 300.000 despidos.
Las pymes acusaron a las grandes empresas de la UIA por respaldar el modelo Milei, que ya provocó la pérdida de más de 10.000 puestos de trabajo en la pequeña y mediana industria nacional. Señalaron a Techint por encabezar el industricidio y advirtieron que el RIGI empeorará la caída.
La cámara Industriales Pymes Argentinos (IPA) expuso un estudio que demuestra que el derrumbe de la producción, con la pérdida del poder adquisitivo que desarmó el consumo interno, llevó a las fábricas manufactureras a proyectar despidos, que podrían tocar el techo de 300.000 operarios en la calle, problemas para pagar el aguinaldo y el inicio de procesos de cierre de firmas que no encuentran en el horizonte cercano una reactivación del mercado. A la fecha, aseguraron que “sólo en los primeros 3 meses de 2024 se perdieron 58 mil puestos de trabajo en Argentina, de los cuales 11 mil corresponden a pymes”.
El planteo lo hizo el presidente de IPA, Daniel Rosato, quien dejó claras las diferencias con la Unión Industrial Argentina (UIA), por el respaldo que ésta le dio al Gobierno de Javier Milei y, en especial, a la Ley Bases que incluye el RIGI. “En la UIA piensan que habrá recuperación de la actividad y nuestra encuesta es totalmente diferente. Alguien miente”, disparó.
La participación de empleados del Grupo Techint en posiciones relevantes del Gobierno es el argumento que Rosato utilizó para emparentar la postura de la entidad gremial UIA, de la que Techint forma parte, con el plan Milei. Hay dos puestos clave que ocupan ex directivos de la T: la Secretaría de Trabajo, en manos de Julio Cordero; y la presidencia de YPF, con Horacio Marín. Aunque en otros puestos hay más exempleados de Paolo Rocca.
“A esta altura, y sin interlocutores válidos en el Gobierno, tememos que el plan, en realidad, sea un nuevo industricidio, pero más rápido y más dañino, que dejará a la Argentina al borde de la primarización de su economía”, alertó Rosato, durante la presentación del informe del Observatorio IPA.
“El Estado no tiene ningún plan estratégico industrial para que la Argentina pueda crecer. Dejamos todo en manos de los grandes inversores. Para el Gobierno, la solución del país son los grandes inversores a través del RIGI, que les dará facilidades impositivas a los grandes inversores. Eso es una mentira”, sentenció Rosato. Además, dijo que la ausencia de dólares para la industria, contrastado con la predisposición de libertad de divisas estadounidenses para las inversiones extranjeras demostraba “un plan antiindustrial”.