(Por Jorge Duarte @ludistas) En la gestión libertaria creen que con la Ley Bases está garantizada la seguridad jurídica y que las condiciones ya están dadas para que los empresarios comiencen a generar empleo. Además entienden que terminó el tiempo de gracia y que la opinión pública empezará a pasarle factura al Gobierno por lo que ocurra de acá en más. De fondo un debate silencioso con la CGT.
Apenas un día hábil después de publicada la tan debatida Ley Bases y el Paquete Fiscal, en el Gobierno Nacional creen que ahora sí comenzó su tiempo. Para bien y para mal. Saben que desde este momento lo que ocurra será cargado a la cuenta de Javier Milei y que de esa suerte dependerá la valoración de la opinión pública.
Hasta ahora en los despachos oficiales reina la percepción de que la resistencia social al programa económico de Milei es baja. Eso en buena medida debido a que, entienden, hay un acompañamiento mayoritario al oficialismo de quienes son objetivamente los sectores más golpeados por las medidas de ajuste. Claro que eso no dura para siempre.
«Ya les dimos seguridad jurídica, ahora la pelota está del lado de los empresarios. Sacamos las multas y no es un problema despedir», señalaron fuentes gubernamentales a InfoGremiales.
La interpretación, incluso, es que el nivel de despidos en el sector privado registrado no es alto para la profundidad de recesión que atravesamos. Creen, adicionalmente, que el impacto sobre el empleo formal podría ser nulo si lograsen que haya nuevos puestos de trabajo, pero como eso no ocurre hoy no hay rotación.
Mientras tanto se mantienen abiertas las negociaciones para la reglamentación de la reforma laboral. La aspiración de algunos miembros de la CGT es conseguir, con esa letra chica, una especie de proceso de reducción de daños. El interlocutor con los cegetistas en esa discusión es el Secretario de Trabajo, Julio Cordero, un hombre al que conocen desde hace muchos años y con el que compartieron interminables jornadas en la OIT.
«Algunos nos piden un texto que prácticamente rompa con el espíritu de lo que se aprobó en el Congreso. Más allá de que los escuchamos a todos, creemos que la redacción de la Ley es bastante clara», le dijeron a InfoGremiales respecto del estado de las conversaciones.
En paralelo la mesa chica de la CGT ya avisó que buscará un cara a cara formal con Cordero para explicitar sus reclamos. Será un punto de diálogo institucional de los que hasta ahora casi no se dieron desde la asunción de Milei y en el que algunos ponen muchas expectativas. Para otros, en cambio, es sólo una escenificación para darle un impasse a un conflicto que más temprano que tarde se va a tener que dar.