Las elecciones de ATE parecen comenzar a complejizarse. Es que luego de que el oficialismo se proclamase victorioso en los comicios que se realizaron el miércoles, la lista Verde y Blanca que lidera Fernando «Nando» Acosta hizo lo propio y denunció fraude electoral en la Provincia de Buenos Aires.
Los referentes nacionales de la lista que lidera Acosta denunciaron al oficialismo por el uso de «barrabravas del Club Lanús» para amedrentar a los fiscales y por la desaparición de más de 300 urnas en territorio bonaerense.
«La Verde y Blanca cuenta con una diferencia de 20.000 votos en el interior del país y ha ganado la Capital, pero en la provincia (de Buenos Aires) no pudimos controlar el 30 por ciento de las urnas», explicó el diputado Edgardo Depetri, referente del espacio.
Al respecto, anunció que se realizaron «todas las presentaciones» para que «se vuelva a votar» en esos lugares.
«Dieron de baja a la mitad de nuestro fiscales a 6 horas de la elección diciendo que eran militantes de organizaciones sociales o políticas. Eso no tiene ninguna relevancia, porque lo que importa es que sean trabajadores afiliados», señaló Depetri.
Según pudo saber InfoGremiales ya se realizaron tres presentaciones en el Ministerio de Trabajo con el fin de impugnar los comicios en territorio bonaerense, a los que se les daría lugar en las próximas horas.
En caso de confirmarse la luz verde a las presentaciones, los comicios deberán esperar para una resolución definitiva, incluso con la posibilidad de volver a las urnas en seccionales importantes. Situación que complejiza el futuro del poderoso gremio estatal.
Esta realidad trae reminiscencias de lo ocurrido en la CTA, aunque Depetri rechazó la posibilidad de una ruptura: «Sabemos que la unidad es fundamental, pero esta conducción es fraudulenta. Queremos unidad con legitimidad»
Por su parte, Acosta dijo que la diferencia de votos es «importantísima» y señaló que el oficialismo hizo un «desastre en provincia (de Buenos Aires) donde han secuestrado 300 urnas para fabricar un resultado» y apuntó contra «la gente de Cachorro Godoy» que «son los responsables de esta patoteada».
«En las urnas volante no pudo haber fiscalización», denunció el dirigente y concluyó: «Iniciamos un camino de transformación del sindicato y no nos lo van a poder robar».