Las tres centrales obreras se unieron en sus reclamos de actualización del Salario Mínimo Vital y Móvil y rechazaron la oferta de la parte empresaria de aumentar los actuales 234 mil pesos a 264 mil en octubre. La línea de indigencia según datos oficiales del propio Gobierno está en $393 mil, mientras que la de pobreza está por encima de los $873 mil. Durante esta gestión nunca hubo acuerdo y se terminó fijando a criterio del presidente Javier Milei y por decreto.
El Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil se reunió con el anunciado objetivo de definir un nuevo piso salarial junto con los montos mínimos y máximos de la prestación por desempleo pero no pudo ser.
El cónclave entre gremios, empleadores, el Estado nacional y los gobiernos provinciales encontró unidas a las tres centrales sindicales en un reclamo único de elevar el salario mínimo a $482 mil a julio y $505 mil agosto.
El SMVM actualmente está en 234 mil pesos. La parte empresaria ofreció una actualización para julio de $11.000, lo que fue rechazado de plano por todos los dirigentes y por lo que cuesta pensar que el verdadero objetivo de la reunión haya sido negociar hasta alcanzar un acuerdo.
La propuesta completa de la parte empresaria era dividir en cuatro tramos la actualización y llevar el salario mínimo a $245 mil en julio, $253 mil en agosto, a $259 mil en septiembre y a $264 mil en octubre.
Vale recordar que una familia de cuatro integrantes necesitó ingresos en junio por $873.169 para no quedar por debajo de la línea de pobreza, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Ese mismo hogar requirió $393.319 para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y no estar en situación de indigencia. El salario mínimo actualmente a supera por poco la mitad de esta última cifra. Es decir, a duras penas una familia con dos hijos logra alimentarse con ese nivel de ingresos.
El último encuentro entre las partes, en la Secretaría de Trabajo, fue a fines de abril. En aquella oportunidad tampoco se logró un acuerdo, al igual que en la primera convocatoria del año, y el Gobierno terminó definiendo un aumento del 15% en el piso salarial en dos tramos (abril y mayo).
De esta manera, el ingreso básico pasó de $202.800 a $221.052 en abril para los trabajadores mensualizados, mientras que en mayo alcanzó los $234.315,12. En cuanto a los empleados jornalizados, la hora aumentó de $1.014 a $1.105,26 en el cuarto mes del año y a $1,171,58 en el quinto.