E l cotitular de la Confederación General del Trabajo, Pablo Moyano, confirmó que «gran parte de la CGT vamos a convocar al 7 de agosto a la marcha por pan y trabajo que están organizando los compañeros de organizaciones sociales», con motivo del Día de San Cayetano. Así mete presión al Consejo Directivo que se reunirá esta tarde.
En una entrevista radial, el referente del gremio de Camioneros y cotitular de la CGT dijo que «los trabajadores van a reclamar y denunciar la recesión y el cierre de un montón de pymes».
En su visión, la marcha es necesaria para mostrar que no están «dispuestos a entregar nada» y para «confrontar contra este modelo económico que está destruyendo a las pymes».
La marcha que se viene realizando todos los años, en coincidencia con la fecha, es desde la puerta del templo de San Cayetano (el patrono del pan y del trabajo), en el barrio de Liniers, hasta la Plaza de Mayo. La convocan la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) con una gran cantidad de organizaciones sociales.
Sin embargo, la CGT todavía no tiene decidido si participará de manera orgánica. Esto revela también las fuertes tensiones internas entre los que buscan minimizar los daños de la reforma laboral a través de una negociación con el gobierno y los que toman una actitud más combativa.
Hoy por la tarde, se reunirá el Consejo Directivo de la central obrera para evaluar los pasos a seguir ante el gobierno nacional.
«Creemos que hay que seguir estando en la calle defendiendo lo que se logró y lo que este gobierno nos quiere quitar a través de la Ley Bases, la reforma laboral y el Pacto de Mayo», dijo Moyano, uno de los tres secretarios generales de la central obrera.
«Yo quisiera movilizar todos los días, pero no puedo obligar al Consejo Directivo a llevar adelante medidas», señaló el dirigente.
En las últimas horas hubo reuniones y llamados entre los representantes de los distintos movimientos para definir la realización o no de la marcha. El temor es que la aplicación del protocolo antipiquetes para evitar manifestaciones de protesta que diseñó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, derive en incidentes y enfrentamientos.