El lunes los trabajadores gráficos que cumplen sus funciones en la planta impresora del Diario La Nación se movilizaron a las instalaciones del medio para repudiar la amenaza de 70 despidos. Es que desde la firma editorial volvieron a presentar en el Ministerio de Trabajo un preventivo de crisis aduciendo problemas financieros y si no les dan una respuesta favorable planean lanzar un feroz ajuste.
Lo curioso es que los preventivos de crisis del Diario circulan en la cartera laboral desde 2008 por lo que estaríamos entrando en el octavo año consecutivo en el que la firma de la familia Mitre pediría un salvataje a cambio de no despedir.
Según expresa el medio gráfico, los problemas del mercado editorial lo tiene en una crisis de sustentabilidad por lo que planea un ajuste en los costos de la planta impresora estableciendo un nuevo sistema de trabajo.
Según La Nación en el último año sus ingresos por publicidad se redujeron un 10 por ciento y sus ventas un 5 por ciento.
Esta realidad que presenta presentado por la dirección del diario contrasta con la mirada de los empelados. “La empresa intenta iniciar en el Ministerio de Trabajo el procedimiento preventivo de crisis para justificar alrededor de 40 despidos, pero nosotros tenemos los números, afirmamos que no están en crisis y creemos que se trata de una cuestión política, que rechazamos”, expresó el delegado gremial Darío Sosta.
Según el sindicalista, La Nación “está más de 100 millones de pesos arriba en lo que va de balance de este año y adquirió importantes diarios latinos en Estados Unidos”, desde que se convirtió en 2012 en “accionista estratégico” de ImpreMedia, uno de los principales grupos de diarios en español de ese país.
La firma blanqueó que pretende reducir el personal de la planta impreso de los 116 empleados permanentes y 24 contratados con los que cuenta actualmente a un total de 76 operarios permanentes.