El secretario gremial de la CGT, Mario Manrique denunció que hay un sector de la central que negocia con el Gobierno a través de Guillermo Francos «de espaldas a los dirigentes». Afirmó que «la mesa chica es muy chica» y que le avisaron de la reunión con los gobernadores 12 horas antes. «Ni sé para qué se van a reunir», se quejó.
El secretario gremial de la CGT, Mario Manrique, apuntó contra la cúpúla sindical y denunció que hay un sector que negocia con el Gobierno «de espaldas a los dirigentes» y a los trabajadores que representan.
Gremios de la CGT se sumarán mañana a la marcha que tendrá lugar al mediodía frente al Congreso, cuando la Cámara de Diputados trate el veto de Milei al aumento de las jubilaciones mínimas mientras el malestar crece porque se empieza a sospechar que un sector pequeño negocia por detrás del resto del Consejo Directivo.
«Como no tengo ámbito de debate, en algún lado me tengo que expresar. Caminamos juntos hasta que la CGT encontró el amigo, y el amigo se llama Guillermo Francos: un interlocutor del gobierno donde pueden negociar cosas«, denunció Manrique en diálogo con El Destape radio, sobre el vínculo que estarían manteniendo con el jefe de Gabinete.
En este sentido, agregó que en la CGT «la mesa chica es muy chica», y apuntó directamente contra el Secretario General de la la central sindical, Héctor Dáer, el Secretario de Relaciones Internacionales Gerardo Martínez, y el Secretario General adjunto por UPCN, Andrés Rodríguez. «Hoy se juntan con los gobernadores, y a mí, que soy el secretario gremial, me avisan 12 horas antes de la reunión. Ni sé para qué se van a reunir», se quejó.
«Llegó un momento de la Argentina donde tenemos que dejar de hacernos los distraídos», sumó. Cuando le quisieron preguntar sobre algunas de las declaraciones que Rodríguez tuvo en los últimos días, Manrique fue contundente: «Andrés Rodríguez no me representa en sus palabras. El tiene el derecho de opinar por él, como yo lo hago por mí. Pero nunca me voy a arrogar la representatividad de la CGT. No puede decir las cosas que dice, con una carencia total de sentido común».
De esta manera, se refirió a los dichos que tuvo Rodríguez la semana pasada sobre la quietud ante el reclamo de los jubilados: «Dijo que era una «cuestión táctica». Para eso tenés que tener una estrategia, y para tener una estrategia tenés que tener un objetivo. ¿Cual es el objetivo de la CGT? Porque yo soy el secretario gremial y no lo sé. Las cosas se discuten entre cuatro, a puertas cerradas«.