Hubo protestas y manifestaciones en Antofagasta de la Sierra y en la Capital catamarqueña. Denunciaron más despidos en las empresas mineras. Se apaga uno de los motores en los que el Gobierno apostaba a la reactivación.
La bonanza del litio en Argentina, que prometía ser un motor de desarrollo para la provincia de Catamarca y en la que el Gobierno ponía muchas expectativas, se ve ensombrecida por una dura realidad: la caída de los precios internacionales del mineral provoca una ola de despidos en el sector.
En las últimas semanas, la empresa Arcadium (ex Livent) notificó a cientos de trabajadores de empresas contratistas el fin de sus contratos. Los primeros reportes indican que al menos 100 trabajadores ya recibieron el telegramas de despido, pero se especula que la cifra final podría alcanzar los 600.
Según detalla una nota el periódico local El Ancasti, los 100 despidos confirmados corresponden a personal de la empresa Concat, una contratista del sector de la construcción. Pero no fueron los únicos, otros empleados, vinculados a empresas como Huasi Construcciones y Guido Mogetta SRL, también fueron notificados de la rescisión de sus contratos.
Por tales motivos hubo protestas y manifestaciones en Antofagasta de la Sierra y en la Capital catamarqueña, donde los trabajadores exigiendo respuestas y mejores condiciones laborales.
Ya en marzo de este año Arcadium anunció un recorte del 10% de su personal a nivel global con el mismo argumento, la baja de los precios internacionales del litio.
Ante esta situación, los trabajadores se declararon en estado de alerta y asamblea y expresaron su preocupación por el futuro de la actividad minera en la región. La incertidumbre y el malestar se extendió a toda la comunidad, que ve cómo una fuente de empleo y desarrollo se ve amenazada.
La principal causa de esta crisis es la disminución del precio del litio en el mercado internacional. Diversos factores, como el aumento de la oferta, la desaceleración económica global y la competencia de otros materiales para baterías, presionaron a la baja los precios del mineral.
Esta situación llevó a las empresas mineras a ajustar sus costos de producción, lo que se traduce en una reducción de la demanda de mano de obra y, en consecuencia, en despidos masivos.
Los despidos en el sector minero tienen un impacto directo en la economía de Catamarca. La actividad minera generaba miles de empleos directos e indirectos, y contribuía significativamente a los ingresos provinciales. La pérdida de estos puestos de trabajo afectará no solo a las familias de los trabajadores despedidos, sino también a toda la cadena de valor asociada a la actividad minera.
La crisis actual plantea interrogantes sobre el futuro de la industria del litio en Argentina. Si bien se espera que los precios se recuperen a mediano plazo, la volatilidad del mercado y la competencia global son factores que generan incertidumbre.