Gracias al quiebre de la UCR, el oficialismo logró blindar el veto del presidente a la reforma jubilatoria en la Cámara Baja. De esta forma, en una sesión marcada por el escándalo de los cambios en los votos y el operativo represivo de Patricia Bullrich, el Gobierno deja a los jubilados sin aumento.
La Cámara de Diputados no alcanzó los dos tercios necesarios para convalidar la reforma jubilatoria, dejando vigente el veto presidencial impuesto por Javier Milei. El cambio en el voto de varios diputados después de reunirse con presidencia fue clave para este resultado. Todo sucedió en medio de un clima tenso en la puerta del Congreso Nacional.
Este miércoles, la Cámara Baja se reunió con la intención de votar la insistencia del Congreso sobre la reforma jubilatoria que había sido aprobada en junio, pero la sesión no logró alcanzar los dos tercios necesarios. El veto impuesto por el presidente Javier Milei sigue en pie, lo que impide que se aplique el aumento a las jubilaciones que el Congreso había aprobado previamente.
Con una votación que finalizó con 153 votos afirmativos, 87 en contra y 8 abstenciones, la cifra no fue suficiente para revertir la decisión presidencial. Uno de los factores clave para este resultado fue el cambio de posición de varios diputados, lo que inclinó la balanza a favor del veto de Milei.
Entre los que apoyaron la medida presidencial estuvieron los 37 legisladores pertenecientes al bloque libertario, junto con los 37 diputados del PRO. Sin embargo, lo que resultó decisivo fue el cambio en el sentido del voto de algunos legisladores de la Unión Cívica Radical (UCR), quienes, a diferencia de su postura inicial en junio, decidieron apoyar el veto, lo que permitió que el gobierno mantuviera su posición.