El secretario gremial de la CGT, secretario general adjunto de SMATA y diputado nacional por la provincia de Buenos Aires del bloque Unión por la Patria, Mario «Paco» Manrique, confirmó que se va de la CGT. El dirigente ya había adelantado sus intenciones de dar un paso al costado ante la falta de comunicación y de transparencia en los objetivos de la central. El gremio de mecánicos, por su parte, seguirá ocupando la secretaría Gremial, ahora en manos de la subsecretaria. La mira la tiene puesta en la renovación de autoridades del año que viene: «Hay que cambiar el estatuto».
En diálogo con FutuRock, el dirigente de SMATA Mario «Paco» Manrique confirmó algo que ya había adelantado a fines de septiembre. «Yo ya declaré hace diez días que voy a renunciar a mi cargo gremial en la CGT. Esta CGT a mí no me representa. Renunciaré yo, el gremio seguirá ocupando el lugar con la representante que es mi subsecretaria». Manrique se refiere Laura Lorenzo, referente de SMATA, gremio que seguirá afiliado a la CGT, aclaró.
Para Manrique, la CGT está sin rumbo claro y encerrada en el secretismo de unos pocos: «Se volvió a vaciar de contenido, no tiene claro hacia dónde va, se encerró otra vez en cuatro, cinco dirigentes que discuten a escondidas».
Entre ellos, diferencia a Pablo Moyano, a quién quiso contactar después de sus declaraciones del mes pasado pero no pudieron encontrarse. «A Pablo Moyano lo quiero mucho, pero Mario Manrique, de la CGT, se va. De la conducción él es el único que respeto por la coherencia».
Por otra parte, el también legislador consideró que para que mejore la representatividad de las distintas tendencias dentro de la central hay que reformar el estatuto: «Las autoridades se eligen en el Congreso (de la CGT) y los gremios, tenés cuatro o cinco sindicatos que te acumulan el 50% de los congresales».
«La CGT se convirtió en cuatro o cinco dirigentes que discuten a escondidas. El estatuto de la CGT hay que cambiarlo y que los dirigentes los elijan los secretarios generales», describió.
Desde su perspectiva, la conducción de la CGT deberían elegirla los Secretarios Generales de las organizaciones confederadas porque ellos representan a sus trabajadores. Sin embargo, su ideal sería que los elijan los propios trabajadores «pero esas condiciones hoy no se pueden dar». La mira ya la tiene puesta en la renovación de autoridades y la expectativa es de cambio.
«Hasta que Francos asumió como Jefe de Gabinete la gente había empezado a confiar en la CGT. Después, llegó Francos, les abrió la puerta y todo cambio», volvió a marcar Manrique y señaló que desde su visión, el problema de la central es que cree que la solución está en los acuerdos de cúpula y no en la base, «y eso a la política también la hizo fracasar».
El dirigente sindical fue muy duro con la cúpula de la central obrera: «Si no te movilizás por los jubilados por estrategia…¿cuál es la estrategia? ¿Y ahora la CGT sale a marchar con los estudiantes porque los estudiantes garpan? Es hipócrita eso».