Javier Milei aseguró que si no consigue privatizar Aerolíneas Argentinas a través del Congreso, como es su ambición, entregará la empresa estatal a sus empleados. El presidente de la Nación adelantó que actualmente hay conversaciones con al menos cinco líneas aéreas para la venta de la aerolínea de bandera.
El presidente Javier Milei volvió sobre la idea de que si no consigue avanzar en la privatización de Aerolíneas Argentinas continuará con la propuesta de entregar la línea aérea estatal a los empleados de la misma.
La iniciativa fue acompañada por todo el macrismo, y ahora busca sumar a sectores de la “oposición dialoguista”, como los del radicalismo y los legisladores provinciales.
El jefe de Estado señaló que el Gobierno nacional mantiene conversaciones con al menos cinco líneas aéreas que tienen intenciones de quedarse con la compañía.
“Tomamos un proyecto de Juntos por el Cambio y adherimos y propusimos la privatización y si no se puede se la vamos a ofrecer a los empleados”, señaló el presidente en una entrevista en La Nación+. En efecto, el expresidente y referente de JxC Mauricio Macri presiona en forma pública y privada para la venta «urgente» de la aerolínea.
En esa línea, enfatizó que la propuesta de entrega de la compañía a los trabajadores “ya fue rechazada”. En noviembre de 2023, Edgardo Llanos, de APA, efectivamente consideró que «sin los aportes del Estado» la empresa quedaría «sin destino». Pero Pablo Biró, de APLA, fue más cauto y recordó que la aerolínea de bandera no es de los empleados sino de los argentinos y que para cambiar su manejo hay que pasar por el Congreso, «igual no tengo miedo a competir«, agregó.
Volviendo al presente privatizador, el presidente Milei, afecto al revoleo de números, sostuvo: “Cuando nosotros llegamos sólo el 10% quería que se privatice, después de la salvajada que hizo (Pablo) Biró ahora es 50/50″.
El mandatario celebró que en su gestión hubo una reducción de personal de 1500 empleados y que además «se equilibraron las cuentas». Pese a esto, avanzará con su plan de desprenderse de la compañía para ponerla a salvaguarda de un próximo gobierno que “haga populismo”.