Javier Milei encara un virtual vaciamiento de Arsat en una jugada que podría servirle a Elon Musk y sus intereses en el sector

El Gobierno está vaciando a Arsat, la empresa estratégica para la soberanía en telecomunicaciones que actualmente es del Estado argentino, hasta que quede una cáscara moldeable. El personal, compuesto por profesionales altamente calificados, busca otras opciones laborales frente al atraso salarial y la falta de inversión en la empresa pública. Mientras tanto, el Gobierno, que ya adelantó que planea vender el 49% de las acciones, le dedica publicaciones en redes sociales a Elon Musk, para que cuente con Argentina para hacer proyectos de su empresa SpaceX.

Trabajadores de la empresa estatal de telecomunicaciones Arsat denunciaron que todavía no recibieron los aumentos salariales acordados en las paritarias del 2023. Además, señalaron que un 15% del personal altamente calificado decidió abandonar la compañía debido a los atrasos salariales y a la falta de nuevas inversiones en la empresa. Esta situación es preocupante dado que Arsat tiene un rol clave, siendo una de las compañías que coloca a Argentina entre los ocho países del mundo que producen y operan sus propios satélites.

El gobierno argentino, por otro lado, ha hecho una invitación abierta a Elon Musk para colaborar en proyectos de SpaceX. A través de un posteo oficial de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, Argentina manifestó su disposición a trabajar con Musk, destacando que el país cuenta con los recursos humanos y las ubicaciones necesarias para proyectos espaciales a gran escala. Este mensaje fue una respuesta a una crítica del influencer Ian Miles Cheong hacia el estado de California por dificultar el desarrollo de SpaceX.

«Elon Musk, puedes contar con Argentina para avanzar con los proyectos de SpaceX. Nuestro país ahora está abierto al mundo y nuestra visión es construir, basándonos en las ideas de libertad, un futuro enfocado en la innovación tecnológica al servicio del bienestar de la humanidad», expresaron desde la Secretaría a cargo de Darío Genua.

A pesar de estas invitaciones y anuncios de apertura al mundo, la realidad interna de Arsat muestra un panorama complicado. Los trabajadores llevan en conflicto con la empresa desde diciembre de 2023, cuando la gestión saliente del gobierno no firmó el acuerdo paritario del último trimestre del año. Este incumplimiento ha generado una deuda salarial que ya lleva diez meses sin resolverse.

Los empleados también denunciaron que fueron desvinculados de los acuerdos salariales del sindicato de telecomunicaciones (Foetra) y acoplados a los de la Administración Pública Nacional (APN). Sin embargo, a pesar de esto, en septiembre no recibieron el aumento del 2% otorgado a la APN, lo que ha dejado sus salarios congelados y sin expectativas de resolución en el corto plazo.

Javier Milei encara un virtual vaciamiento de Arsat en una jugada que podría servirle a Elon Musk y sus intereses en el sector

Arsat es una empresa estratégica para garantizar la soberanía en telecomunicaciones que todavía es del Estado argentino. Desde sus instalaciones opera los servicios ofrecidos por los satélites geoestacionarios ARSAT-1, ARSAT-2, SES-14, la Red Federal de Fibra Óptica, el Centro Nacional de Datos y el soporte técnico a los servicios de TDA Argentina.

El Gobierno de Milei ya adelantó que planea privatizar el 49% de la empresa. “La idea de que ingrese capital privado a la compañía”, reconoció el titular de la empresa nacional de telecomunicaciones, Mariano Greco en las «34° Jornadas Internacionales ATVC 2024: Innovación para un futuro sostenible», que se realizaron a principios de octubre en Buenos Aires.

«En este momento estamos en un proceso de reordenamiento y puesta en valor de los activos, con la idea de que ingrese capital privado a la compañía y la modalidad va a ser salir a la Bolsa con un porcentaje de las acciones Clase B, las Clase A son las que tiene el Estado», señaló en aquel momento el funcionario. Por el momento, el «reordenamiento» parece un vaciamiento funcional.