Despidieron a 19 ferroviarios en Salta a través de Whatsapp y temen que haya más casos: «Ya lo vivimos con la privatización llevada a cabo por Menem y terminó destruyendo nuestra ciudad»

Los despidos afectaron a trabajadores ferroviarios de Gral. Güemes, Salta y Campo Quijano. La ampliación del recorrido del tren regional que alcanzaba esas ciudades se reactivó en el 2021 y ahora temen una vuelta atrás con una privatización.

Al menos 19 trabajadores ferroviarios de la Sociedad Operadora Ferroviaria del Estado (Sofse) en Salta fueron notificados de su despido a través de mensajes de WhatsApp, en una medida que afecta a empleados de los servicios de pasajeros que recorren diariamente los tramos Gral. Güemes-Salta y Salta-Campo Quijano.

Esta situación generó incertidumbre entre los empleados y sus familias, quienes temen un aumento en el número de cesanteados en las próximas semanas, y provoca una angustia creciente en esta comunidad históricamente ligada al ferrocarril.

Los trabajadores despedidos pidieron apoyo a la Subsecretaría de Trabajo municipal, que brindó asesoramiento legal y contable sobre las indemnizaciones correspondientes. El subsecretario Daniel Quinteros expresó la impotencia de la entidad para ofrecer más que una orientación básica, aunque destacó el apoyo ofrecido por el equipo legal de la municipalidad. «Es muy doloroso por todo lo que están pasando estas familias, una situación que ya vivimos con la privatización del Ferrocarril, llevada a cabo por el ex presidente Carlos Menem, decisión que terminó destruyendo nuestra ciudad», señaló Quinteros.

La ciudad de Gral. Güemes, que nació y creció alrededor de su estación de tren, sufrió un golpe devastador en los años 90 durante la privatización de este medio, cuando cientos de trabajadores ferroviarios fueron despedidos o aceptaron retiros voluntarios. La alta dependencia de la población local del ferrocarril derivó en un aumento crítico de la desocupación, que llegó a alcanzar un 80%, afectando gravemente la economía y el tejido social de la comunidad.

Desde entonces, el ferrocarril no logró recobrar la fuerza y eficiencia de sus años dorados. “No recuperó la gloria de sus primeros años y solo se privatizó para hacerlo desaparecer”, expresaron los afectados, quienes consideran que estos nuevos despidos reviven las sombras de la década de los 90. La incertidumbre y la nostalgia por aquellos tiempos en los que el ferrocarril fue motor de la ciudad han vuelto a hacer eco en Gral. Güemes.

Actualmente Argentina va a contramano del mundo, con potencias mundiales que fortalecen su entramado ferroviario. Se trata de un transporte que emite menos contaminación, gasta menos recursos energéticos, puede trasladar grandes cantidades de bienes y personas y suele gestionarse en las grandes ciudades del mundo a través de sistemas públicos.