En una repetida maniobra, las empresas empleadoras aceptaron firmar un acuerdo paritario y lograron evitar una medida de fuerza que iba a generar 48 horas de paro de transporte en el área metropolitana y ahora exigen una de dos: O les aumentan los subsidios o aumentan el boleto de colectivo a los pasajeros en enero. Las cámaras argumentan nuevamente que si esto no ocurre no pueden cumplir con el aumento paritario que le corresponde a los choferes. Estudios privados difundieron que el pasaje podría irse a 530 pesos.
Las cámaras que agrupan a las líneas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) pidieron este lunes a las autoridades de Nación, Ciudad y Provincia de Buenos Aires un incremento en los subsidios o una suba en las tarifas. Argumentan que, de lo contrario, no podrán cumplir con el acuerdo firmado recientemente con la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que evitó un paro previsto para el jueves pasado. El pedido enfatiza la necesidad de asegurar condiciones operativas sostenibles para evitar una crisis en el transporte público.
El reciente acuerdo paritario, avalado por la Secretaría de Trabajo, establece un aumento en los salarios básicos de los choferes de colectivos, que llegarán a $1.200.000 en enero. No obstante, las cámaras de transporte aseguraron que sin un ajuste de tarifas o subsidios para enero, será inviable cubrir los salarios y los insumos necesarios. En su comunicado, señalaron que priorizaron la paz social confiando en que habrá ajustes en subsidios o tarifas, sin los cuales se verán imposibilitados de mantener el servicio en condiciones adecuadas.
Las tarifas de colectivos en el AMBA tuvieron aumentos significativos en el último año, pasando de $53 a $371, lo que representa un incremento del 600%. Sin embargo, la inflación acumulada en el mismo periodo alcanzó el 193%, mientras que las subvenciones solo aumentaron un 78%. Según los cálculos privados, el boleto debería llegar a $530 para mantenerse en línea con los costos, aunque el Gobierno aún no está dispuesto a autorizar ese ajuste, buscando controlar la inflación y evitar un malestar social mayor.
En respuesta, el Ministerio de Economía y la Secretaría de Transporte diseñó un nuevo sistema de subsidios basado en la demanda y la eficiencia operativa. Bajo este esquema, los fondos se asignarán de acuerdo con el volumen de pasajeros y la información obtenida del sistema SUBE, promoviendo una mayor eficiencia en la operación. Las empresas de colectivos expresaron que, si fuera por ellas, preferirían eliminar o reorientar los subsidios exclusivamente hacia los usuarios que realmente los necesitan.