Alarma en el gremio de estatales porque renunció un director del CONICET y denunció «persecución ideológica» contra becarios e investigadores

Se trata de Manuel García Solá. En su carta de despedida dejó en claro que su salida no se debe a “motivos personales” pero recalcó: “nunca podría callar mi voz cuando se intentara cometer algún acto de persecución por ideas científicas, políticas o religiosas”. Desde ATE Conicet aseguraron: «Rechazamos todo tipo de discriminación política e ideológica».

Manuel García Solá renunció a su cargo como director del CONICET. Lo hizo luego de que el Gobierno elevara un pedido en ese sentido a la Sociedad Rural Argentina, entidad que lo nominó para ocupar el rol que ahora deja en 2022.

En su carta de despedida, el empresario ganadero dejó en claro que su salida no se debe a «motivos personales» pero recalcó: «Nunca podría callar mi voz cuando se intentara cometer algún acto de persecución por ideas científicas, políticas o religiosas».

El exfuncionario especificó que se opuso a «acciones persecutorias» sobre becarios e investigadores por parte de la conducción del organismo. Este rechazo, provocó que la Casa Rosada se contactara con el presidente de la Sociedad Rural para pedir la renuncia de Solá.

En ese marco, desde ATE Conicet levantaron la denuncia de que el gobierno pretende imponer una persecución ideológica contra becarios e investigadores en los procesos de selección: «Repudiamos y rechazamos todo tipo de discriminación política e ideológica en el Conicet y en el Estado en general», planteó el gremio.

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«El gobierno pretende iniciar un proceso de persecución ideológica en el Estado cuyo primer ensayo es Cancillería, donde los trabajadores recibieron por GDE una notificación llamándolos a renunciar si no acordaban con las ideas del gobierno», añadieron.

Y siguieron: «A su vez, agitadores del gobierno se encuentran propagandizando la idea de que se debe “depurar” ideológicamente el Estado. En este contexto, la carta de García Solá resulta sumamente alarmante».

Además remarcaron que «nuestro sindicato no va a aceptar ningún tipo de discriminación política o ideológica que mine la libertad de pensamiento y la democracia elemental que debe regir en todo organismo científico, en el Estado y en la sociedad en general».

Y concluyeron: «No vamos a permitir que conviertan al Conicet, que hoy es uno de los organismos científicos más reconocidos del mundo, en una usina libertaria. Exigimos el alta inmediata de quienes fueron seleccionados en los concursos de ingresos y que no se aplique ningún criterio discriminatorio ni en esta ni en futuras convocatorias».