Sturzenegger se dispone a desregular la navegación nacional y los Patrones de Pesca respondieron que «sólo va a desviar el trabajo a manos extranjeras y entregar soberanía»

El dirigente del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, Mariano Moreno, apuntó contra la reforma de la Ley de Cabotaje impulsada por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, y afirmó que «el gobierno es consciente de que no resolverá el problema, solo va a desviar el trabajo a manos extranjeras y entregar soberanía».

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció en un medio radial que pronto se publicará el decreto para desregular la navegación, modificando la Ley de Cabotaje nacional. En ese contexto, el funcionario declaró que “el cabotaje en Argentina tiene costos altísimos” y que “no existe una Marina Mercante”, insinuando la falta de transportes fluviales y marítimos en el país.

Uno de los puntos más polémicos del proyecto de la nueva Ley de Cabotaje permite que los trabajos locales sean realizados por barcos con banderas extranjeras, utilizando tripulación y mano de obra de otros países. Esto suprimiría la flota fluvial y marítima nacional, que opera bajo bandera argentina.

Ante estas declaraciones, el secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, Capitán Mariano Moreno, salió al cruce y calificó al funcionario de “incompetente, malintencionado y mentiroso”. Según Moreno, “la Marina Mercante recibió una dura puñalada en los años 90 con el decreto 1772/91, donde nada creció, excepto la pauperización y pérdida de fuentes laborales. En ese entonces con estos mismos «beneficios» que otorga este proyecto lo único que creció fue la pobreza y la destrucción de gran parte de la flota existente en ese momento. Hoy, de la mano de Sturzenegger, recibirá la puñalada final que erradique por completo la flota nacional”.

El decreto 1772/91 permitió que los armadores argentinos, es decir, los propietarios de los barcos, registraran sus embarcaciones bajo las normas de países con regímenes laborales más laxos, como Liberia y Panamá. Esto les permitía pagar salarios más bajos, evitar contribuciones a la seguridad social e impuestos locales.

Moreno denunció que “el ministro miente descaradamente cuando dice que esto trae una solución al problema de los costos, porque el problema real es de logística e impuestos, como el de Ganancias y cargas burocráticas y administrativas, además de la falta de muelles de cabotaje en la mayoría de los puertos.

También refutó las declaraciones de Sturzenegger al asegurar que “sí existen movimientos entre Tierra del Fuego y Buenos Aires; que no desinforme a la población”.

El Capitán contó que: “El buque Argentino II realiza este viaje y enfrenta las deficiencias de un sistema que lo atrasa en su operatoria normal como a aquellos buques y remolcadores de empuje fluviales que hacen y han hecho el flete de contenedores en aguas del Río Paraná por falta de un muelle de cabotaje que permita la carga y descarga sin tener mover el buque a distintas dársenas o radas. Esto, además, lo obliga a repetir los trámites aduaneros, uso de remolcadores, servicios de amarre y practicaje en cada movimiento”.

“Ahora yo le pregunto a Sturzenegger: ¿cómo piensa que un buque extranjero mejore la prestación? Si el problema no son los costos, sino la falta de una matriz de transporte nacional que ordene la Marina Mercante y los distintos sistemas de transporte”, cuestionó.

Moreno también puso el foco “en los negocios y negociados” que estarían detrás de esta embestida contra el pabellón nacional en el ámbito fluvial. “Desde que asumió el gobierno, el ministro Sturzenegger se dedicó a desmembrar el sistema de derechos laborales argentino, el desarrollo del trabajo con mano de obra local y todo proyecto productivo, entre ellos la Marina Mercante”, y advirtió “o es con trabajadores argentinos o no será nada».