Para evitar dar un aumento a los senadores, Villarruel habilita que cobren un aguinaldo llamado «dieta trece»

Por primera vez, los senadores cobrarán una especie de aguinaldo, que llamaron al momento de su creación en abril de este año, «dieta trece». El monto lo recibirán la próxima semana y rondará los siete millones de pesos brutos, sumando gastos de representación y otros conceptos.

Por primera vez en la historia, los senadores cobrarán un aguinaldo, o «dieta trece», creado en abril de este año. La vicepresidenta Victoria Villarruel decidió no intervenir en la liquidación proporcional de este beneficio adicional, que se depositará la semana próxima y rondará los siete millones de pesos brutos. Según consignó La Nación, el pago incluirá $2.459.000 correspondientes a la dieta, $1.800.000 por gastos de representación y otros conceptos no alcanzados por el Impuesto a las Ganancias.

El congelamiento de las dietas, aprobado en agosto, vence el 31 de diciembre y genera preocupación ante la posibilidad de un aumento. Según fuentes cercanas al Senado, si se reactiva la actualización automática, el recibo bruto de un legislador podría superar los 8,9 millones de pesos, con una dieta base de $5.562.500, a lo que se sumarían otros conceptos como desarraigo y representación.

El presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala (San Luis), expresó su rechazo a un eventual incremento: «Creo que no es un momento oportuno, pensando en el esfuerzo que está haciendo nuestro Gobierno en reducir el gasto público». Aunque afirmó que en la bancada oficialista hay intención de evitar el aumento, reconoció que aún no se ha definido un mecanismo claro: «Estamos hablando y tratando de ver cuál es el mejor camino, ya sea una vía administrativa o una sesión especial».

Villarruel, por su parte, se ha mostrado reacia a intervenir. Desde su entorno afirmaron al mismo medio que considera que la decisión corresponde exclusivamente a los senadores, quienes aprobaron tanto el congelamiento como la dieta adicional. Sin embargo, la falta de consenso entre los legisladores complica la situación. Algunas voces sugieren una prórroga administrativa del congelamiento, mientras que otros apuestan por desenganchar las dietas de manera definitiva del sistema de módulos legislativos. La falta de acuerdos y la proximidad de las liquidaciones auguran nuevas tensiones en el Senado en las próximas semanas.