«La política que aplica la firma MCM Global Security es rotar y cambiar de destino a los trabajadores para evitar que tengan estabilidad y así impedir que se organicen para reclamar por sus derechos y en esto están en abierta connivencia con el gobierno de la Ciudad,a quien le sale más barato intermediar el servicio y beneficiar así a los amigos que tienen en la empresa», dijo a Télam Pablo Peralta, vocero de los trabajadores.
MCM Global Security fue habilitada por el gobierno porteño en 2005 para proveer servicios de seguridad privada y el macrismo le renovó la licencia en varias oportunidades, la última el 7 de agosto de este año mediante la disposición 212 de la Dirección General de Seguridad Privada que depende del Ministerio de Justicia porteño.
La compañía prestó sus servicios a distintos organismos de la Ciudad de Buenos Aires como la Jefatura de Gabinete y los ministerios de Cultura, Desarrollo Social y Educación y, fue quien proveyó custodios para la Plaza San Martín durante la transmisión pública de partidos que organizó el PRO durante el último Mundial de fútbol disputado en Brasil.
Peralta resaltó que «este es un estupendo negocio para Macri porque intermedia un servicio de seguridad a una firma con la que tienen amistades y paga muy poco por ello, mientras los trabajadores son explotados con sueldos de hasta 2000 pesos trabajando entre 9 y 12 horas dentro de los túneles, lo que es considerado tarea insalubre».
El vocero aseguró además que «la empresa reconoció la deuda a los trabajadores pero no les van a conservar los destinos para que no puedan reclamar. Ellos se manejan así diez días en un lado y otros diez días en otro, siempre en dependencias de la Ciudad, al tiempo que se aprovechan que los trabajadores no están sindicalizados».
La línea B no inició su servicio ayer por la mañana porque los trabajadores se concentraron en la estación Federico Lacroze, donde se sentaron sobre la línea amarilla con sus piernas sobre el espacio por el que pasan los trenes, lo que impidió su funcionamiento.
Allí mostraron recibos de sueldo de 1.400 pesos correspondientes a enero del año pasado e indicaron que trabajan todos los días una hora extra que no es abonada por la empresa.