La inscripción online a escuelas porteñas para el ciclo lectivo 2016 comenzó con problemas de vacantes y caída del sistema. Además, la falta de conectividad a Internet de las escuelas impidió dar respuesta sobre lugares disponibles, según denunciaron padres.
Ante ese panorama, Ademys detalló las falencias de la política educativa del gobierno de Mauricio Macri. En infraestructura, es decir construcción y refacción de escuelas, se gastan hoy 200 millones de pesos cuando en 2012 se invertían 500. «Esto nos indica un vaciamiento y desfinanciamento de la educación pública que contrasta con los subsidios a las escuelas privadas por 2.500 millones de pesos”, apuntó el gremio docente porteño Ademys.
“Por cada peso que el Ministerio de Educación porteño invierte en construir y refaccionar escuelas públicas, gasta 12,5 pesos en subsidiar escuelas privadas, es bien clara la orientación”, añadió el secretario adjunto de Ademys, Gabriel Lugo, en declaraciones a radio América.
Lubo explicó que Ademys realizó un relevamiento en la zona sur de la Ciudad que demostró que “hay que construir por lo menos 33 escuelas para resolver el problema de los chicos que se inscriben y quedan en lista de espera”.
En ese sentido, manifestó que actualmente hay “escuelas con aulas superpobladas en Lugano, Soldati, Bajo Flores, Barracas y La Boca”.
Por otro lado, remarcó que “el sistema de inscripción online no sólo no resuelve el problema de fondo que es la falta de escuelas, sino que además oculta la verdadera información de la falta de vacantes”.
Por otro lado, las condiciones edilicias de las escuelas sean cada vez más precarias:según un relevamiento de la Asociación de Cooperadoras, el 72% de los edificios escolares necesitan urgentes obras de refacción.
Además, con la inscripción online las familias no tienen la posibilidad de elegir la escuela o jardín que desean para sus hijos. Es el “sistema” quien asigna la vacante de forma arbitraria, ya que no siempre se cumple con las prioridades que cada familia selecciona como opción.
«El gobierno suele plantear que ha crecido la oferta educativa para la infancia y la niñez en la ciudad. Pero lo único que ha creado el macrismo son Centros de Primera Infancia (CPI) que, tal como lo explicita el propio gobierno, son centros que no funcionan en establecimientos educativos, que dependen de organizaciones, ONG’s, etc., que reciben un subsidio a la demanda, y que son centros de “cuidado” y “contención”, lejos de lo que debieran ser las escuelas infantiles», concluyó Ademys.