
(Por Pablo Maradei) El Congreso de la UTEP se realizará el próximo 13 de marzo durante todo el día. El cierre político tendrá lugar en Azopardo. Allí las organizaciones sociales pedirán ser incorporadas formalmente a la CGT.
Luego de que Trabajo le otorgara la personería y en noviembre de 2023 hayan realizado las primeras elecciones de su secretariado nacional, la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) realizará su primer Congreso de delegados el 13 de marzo próximo. Entre los puntos del Orden del Día está el ítem del pedido de incorporarse a la CGT: lo avalarán los 400 delegados de todo el país que participarán del cónclave. Actualmente, la UTEP es conducida por Alejnadro Gramajo, quien sucedió a Esteban «Gringo» Castro.
¿Cambiará la posición de la CGT respecto a validar la incorporación de la UTEP como gremio confederado? Siempre los sectores más tradicionales del movimiento obrero los rechazaron. Esgrimen algo estatutario/legal: para ser un sindicato confederado es necesario representar a trabajadores formales, en relación de dependencia, bajo Convenio Colectivo de Trabajo. Nada de esto cumplen los trabajadores de la economía popular: son informales, monotributistas o trabajadores autónomos.
No obstante, «el vínculo con los dirigentes es muy bueno con todos los sectores, Gordos, Independientes y el resto de los gremios; es un camino que estamos recorriendo y en el que consideramos que las cuestiones se irán conversando», señalan.

En épocas del Gobierno de Mauricio Macri, el propio Juan Grabois encaraba las reuniones en Azopardo, muy de la mano de Pablo Moyano y Juan Carlos Schmid, con quienes realizaban acciones de manera conjunta. Grabois siempre bregó para incorporarse a la CGT, pero nunca lo logró. Con el tiempo, ese engranaje se licuó con el devenir del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner donde varios dirigentes populares terminaron siendo funcionarios del Gobierno.
Además, en este primer Congreso se analizará la situación política, social y económica del país en donde se escucharán posiciones críticas al Gobierno. «Se planteará continuar con el Plan de lucha enfocado en una estrategia descentralizada, de golpear sectorialmente», señalan desde la organización. Ejemplifican: «La semana pasada hicimos reclamo de índole educativo por la canasta escolar. Lo mismo con el monotributo social, la Anses y el tema salud».
Amplían: «Le vamos a dar mucha relevancia a la descentralización por ramas como son el de los trabajadores del espacio público (manteros, artistas callejeros o los «buscas» que venden en los trenes), los que desarrollan la agricultura familiar que en estos momento padecen la expulsión de tierras en el norte por la explotación del litio). Lo mismo ocurre en la Patagonia y los incendios que se originan para expulsar a los pueblos originarios de sus tierras».