Con el Papa Francisco omnipresente y el anuncio del Paro General como cierre, la UTEP tuvo su Congreso en Azopardo y reforzó su pedido para sumarse a la CGT

(Por Pablo Maradei) Con el respaldo de muchos popes cegetistas, la UTEP tuvo su Congreso en Azopardo. Con el color y la liturgia propia del peronismo y el anuncio del paro general como plato central, las organizaciones sociales reclamaron ser parte integrante de la CGT. El Papa Francisco fue eje de cada uno de los discursos.

El Papa Francisco acompañó durante toda la jornada de este jueves en lo que fue el primer Congreso de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP): no solo porque ayer se cumplieron 12 años del Papado de Jorge Bergoglio y el encuentro llevó su nombre, sino también porque en el salón Felipe Vallese de la CGT se inauguró un cuadro que quedaré eternamente colgado con su imagen. Su labor pastoral desde que era un simple párroco deja un legado de trabajo junto a los humildes y los trabajadores; objetivo que nunca abandonó en el Vaticano.

El retrato contó con la bendición y unas palabras del titular de la Pastoral Social, el padre Carlos Accaputo: hubo rezos por la salud del Papa; pidió la unidad del movimiento obrero; en este caso de la CGT y la UTEP. Lo había precedido en la palabra y con sentidas frases la dirigente judicial Maia Volcovinsky. Se daba inicio así al cierre de una larga jornada de debate de las organizaciones populares.

Media hora más tarde que lo anunciado bajaron al escenario los ocho dirigentes que le hablarían a los cientos de delegados que allí los esperaban al ritmo de diversos cánticos. Uno de ellos decía: «Esta llegando la UTEP, está llegando la UTEP, somos un sindicato que se está organizando para vencer». Otro entonaba: «Con los huesos de Caputo vamos a hacer una mesa para que coman los pibes». 

De alguna forma estos descamisados del siglo XXI -que es como se los llama- le devolvieron el folklore perdido al movimiento obrero. El tiempo y la estructura sindical dirán si la UTEP es aceptada como gremio confederado; algo que se estima no ocurrirá este año porque en noviembre habrá elección de autoridades en la CGT; más allá de que desde el 2016 bregan por ser incorporados, lo que genera diferencias en los gremios cegetistas.

Sin embargo, vale decir que ayer hubo mayor cohesión que en otras puestas en escena y ambos espacios parecieron complementarse por la oxigenación de lucha que cargan en el ADN los movimientos populares.

Con el Papa Francisco omnipresente y el anuncio del Paro General como cierre, la UTEP tuvo su Congreso en Azopardo y reforzó su pedido para sumarse a la CGT

Del abanico sindical sólo estaban secretarios generales, que eran muchos y algunos sorprendieron con su presencia allí. Se habían reunido con los dirigentes sociales antes de bajar. Entre otros estaban: Hugo Moyano, Andrès Rodríguez, José Luis Lingeri, Cristian Jerónimo, Jorge Sola, Rodolfo Daer, Argentino Geneiro, Luis Cáceres, Julio Piumato, Sergio Palazzo, Sergio Romero, Daniel Ricci. En el escenario Héctor Daer, quien confirmó el paro para antes de abril, y Octavio Argüello. Faltó el tercer triunviro, Carlos Acuña, quien viene faltando a los distintos convites que hace la CGT. 

Del lado de las organizaciones sociales estaban sentados en primera fila: Juan Grabois, Gildo Onorato y Esteban «Gringo» Castro. También se acercó Juan Manuel Abal Medina. 

Como era de esperar todos los discursos fueron palos al Gobierno. Alejandro Gramajo, titular de la UTEP, cerró su encendido discurso diciendo que «el Gobierno tiene fecha de vencimiento y es la que le pondrá el pueblo».

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Lo sucedió Adolfo Pérez Esquivel que anticipó que queda muy poco tiempo para que el Gobierno de Javier Millei se convierta en una dictadura: invitó a poblar las calles el 24 de marzo en una marcha multitudinaria. El cierre estuvo a cargo de Héctor Daer que dejó como nota central lo que adelantó InfoGremiales: que están las condiciones dadas para convocar a un paro general por 24 horas y que se le pondrá fecha el jueves próximo.

De alguna manera cada uno de los oradores hizo carne aquellas ya lejanas palabras del Papa Francisco: hagan lío.