Los trabajadores afiliados a la central protestaron por lo mismo ayer por la tarde frente a las puertas de la Casa de la Provincia de Misiones en Buenos Aires, en la Avenida Santa Fe al 900.
«El atentado consistió en el estallido de una bomba tipo molotov en un automóvil de la CTA Autónoma estacionado frente al domicilio del dirigente, lo que procuró intimidar, acallar e impedir la protesta de los trabajadores que luchan por sus derechos», aseguraron Pablo Micheli y la secretaria de Comunicación, Carolina Oscar.
La corriente asoció el hecho de violencia contra Duarte y la CTAA misionera con «la lucha sostenida junto a la Unión de Conductores (UCRA) en rechazo de los atropellos de la empresa ‘Capital del Monte’; la complicidad de la burocracia de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) con esa patronal y la negativa a acatar el fallo judicial que ordenó reincorporar a despedidos de manera ilegal».
«Cuando en lugar de justicia se responde con intimidación y violencia, la CTAA exige el resguardo de la integridad de los compañeros y de sus bienes y el rápido esclarecimiento y castigo de los responsables materiales y de sus instigadores», afirmó.
El central sindical reafirmó «la continuidad de la lucha por la libertad y democracia sindical» y aseveró que no «lo acallarán».