Aerolíneas Argentinas cerrará casi todas sus oficinas comerciales en 2025

La compañía estatal Aerolíneas Argentinas cerrará 19 de sus 21 oficinas físicas en todo el país antes de mitad de año y centrará su operación comercial en canales digitales y atención en aeropuertos, en el marco de un fuerte plan de ajuste con la mirada puesta en su privatización.

En un movimiento que marca un profundo cambio en su modelo comercial, Aerolíneas Argentinas confirmó que cerrará casi la totalidad de sus oficinas comerciales antes de que finalice el año. En lo que va de 2025, la compañía ya clausuró 17 sucursales y prevé cerrar otras dos en mayo, manteniendo operativas únicamente las delegaciones de Córdoba y Mendoza.

La decisión se enmarca en una estrategia más amplia de reducción de costos que busca optimizar recursos, reducir alquileres y volcar los esfuerzos hacia la venta digital de pasajes. “El cambio en los hábitos de consumo hizo que la venta presencial represente hoy apenas el 1% del total de los tickets emitidos”, explicaron desde la empresa.

Entre las sucursales ya cerradas se encuentran sedes en ciudades clave como Ushuaia, El Calafate, Rosario, Salta y Bariloche, entre otras. En mayo, se sumarán las oficinas de Tucumán y Mar del Plata. Mientras tanto, el personal de estas dependencias será reubicado en los aeropuertos locales para fortalecer la atención operativa.

La reestructuración forma parte de una serie de medidas implementadas desde diciembre de 2023 con el objetivo de dejar a la aerolínea en condiciones de ser privatizada. Estas acciones incluyen una política agresiva de reducción de costos y personal, con una disminución del 15% en la plantilla y la cifra de empleados más baja en 14 años.

En términos financieros, los ajustes ya han comenzado a mostrar resultados. Aerolíneas Argentinas registró en 2024 un resultado económico positivo de 156.323,9 millones de pesos, el primero desde su estatización en 2008. A nivel operativo, la ganancia fue de 20,7 millones de dólares, aunque la diferencia responde a ingresos financieros y otros factores no operativos.

Además, los ingresos corrientes crecieron un 256,8% interanual, alcanzando los 3.075.067 millones de pesos, frente a unos gastos que aumentaron un 157,7%, totalizando 2.918.743 millones.

Con una plantilla que al cierre de 2024 se redujo a 10.401 empleados, y con una inversión estatal que ascendió a 58.732,7 millones de pesos, la compañía se encuentra en plena transformación con la mirada puesta en su eventual traspaso al sector privado.