“El Gobierno debe escuchar el mensaje”

Con un alto acatamiento en todo el país, impulsado en las principales ciudades por la adhesión de los sindicatos del transporte público de pasajeros, transcurrió ayer el segundo paro nacional en una década de administraciones kirchneristas en demanda de cambios en la política económica y social del gobierno de Cristina Fernández.

“El acatamiento fue extraordinario, de 95% a nivel nacional y de 98% en determinados lugares”, evaluó al final de la jornada el jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, durante una conferencia de prensa en la que lo acompañaron su par de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, también convocante de la protesta, y el jefe de la CTA enfrentada al Gobierno, Pablo Micheli, que adhirió a la medida.

Pese al alcance del paro, Moyano se mostró cauto cuando se le consultó si la protesta se profundizará con un plan de lucha. “Haremos un análisis profundo y después decidiremos si un plan de lucha”, dijo. En cambio, le pidió al Gobierno y a la señora Presidenta “prestarle atención al mensaje del pueblo, que se expresó de manera voluntaria con lo que fue un llamado de atención”.

El líder camionero, además, le quitó importancia a los piquetes protagonizados por partidos de izquierda en el alcance de la medida: “siempre existieron piquetes, expresión de distintos sectores”.

Tanto Moyano como Barrionuevo y Micheli trataron de desmentir que la medida apunte a fortalecer a presidenciables opositores. “No vamos a hacer ninguna mesa para ningún político”, dijo el gastronómico. Insistieron, en cambio, en los reclamos por inflación, devaluación, cambios en el Impuesto a las Ganancias, mejoras para los jubilados y pago de la deuda del Estado con las obras sociales sindicales, que alcanzaría los 22.000 millones de pesos, según estimó el camionero.