Ayer un grupo de trabajadores del subterráneo nucleados en el Sindicato de Trabajadores del Subte (STS) impidieron la circulación de los trenes de la Línea B. Así hicieron una nueva irrupción en la vida pública (ya habían bloqueado a Línea C hace un tiempo) y reclamaron ser reconocidos como interlocutores por la empresa Metrovías que hasta ahora los desconoce.
En diálogo con InfoGremiales, Antonio Morales secretario Gremial del STS argumentó la medida de fuerza en los constantes episodios de violencia contra los empleados del subte. «En los últimos 10 días hemos sufrido la agresión de dos personal de tráfico y uno de estaciones», expresó. «Decidimos la medida en un plenario de trabajadores para que se corte esta situación. porque el usuario canaliza toda la bronca de viajar mal en nosotros y el responsable del servicio es la concesionaria».
Morales, de pasado en la UTA y cercanía con los metrodelegados en su surgimiento, sostuvo que desde el STS vienen «denunciando la falta de mantenimiento hace años» y que «Metrovías cada vez hace menos debido a que en abril se le vence el contrato de concesión». Esa determinación empresarial genera que de «menos servicio del previsto por la CNRT y eso provoca bronca con los trabajadores».
Respecto de la interna que se vive bajo tierra, el referente del STS contó que «Metrovías pone puntos dilatarios para ganar tiempo hasta irse y dejar la interna de los tres sindicatos a quien venga».
Es que a la presencia tradicional de la UTA en la actividad y la conflictividad intrasindical que se vive con el crecimiento de la AGTSyP, conocidos como metrodelegados, se le suma ahora la presencia del STS, que es un gremio creado en 1994, que había dejado de funcionar y fue normalizado el año pasado.
Desde el nuevo gremio dicen tener 800 afiliados y aspiran a convertirse en la alternativa real a los Metrodelegados con la salida de la UTA.
Morales sostiene que la condena de la UTA es porque «no hay una política hacia el trabajador de subterráneo». En ese contexto remarcó que «muchos afiliados a la AGTSyP la eligen porque son trabajadores del subte y no colectiveros. Nosotros ahora aparecemos como una alternativa y hacemos política gremial, no partidaria».
Desde varios sectores señalan al nuevo gremio como una herramienta de la UTA para generar ruido en el proceso de compulsa que resolverá qué herramienta sindical se quedará con la personería gremial de los subterráneos. Ante ese planteo Morales expresó: «Nosotros somos una nueva opción debido a que los metrodelegados está cayendo en los mismos errores que la UTA. Bajaron muchas de las banderas que sostuvieron en los últimos años. Queremos participar y disputar en la vida gremial y que el que tenga más afiliados se quede con la personería».
Además desde el STS reconocen que no es viable que haya tres sindicatos en el subterráneo y confían en que en el mediano plazo la UTA deberá salir de escena y la representación se resolverá entre los metrodelegados y ellos.