«Es preciso discutir los problemas de la gente y de los trabajadores, los que no resuelve el sistema. Es clave para construir la unidad permanente y estratégica», afirmó.
Micheli consideró que el país enfrentará «una situación de profundización del ajuste» y criticó a los dirigentes sindicales que de alguna manera «lo justifican al respaldar una devaluación, lo que representa viejas recetas para resultados trágicos».
«La CTAA asumirá el rol que jamás abandonó, es decir, ser el punto de referencia de las luchas; discutirá y otorgará contenido organizado a esa confrontación, lo que se logrará a través del debate con los cuadros, los delegados, plenarios y asambleas, porque el ajuste se intentará con consenso y diálogo», aseguró.
En otro orden, el dirigente afirmó que la CTAA está en «un momento de inflexión porque las elecciones en los sindicatos adheridos provocaron duros golpes y un debate interno nocivo».
«De esa crisis no se emergerá dejando que el tiempo pase sino recorriendo el país y discutiendo con los trabajadores en asambleas. De forma probable ello concluya en un Confederal», señaló Micheli, quien también explicó que el tema del sector privado de la CTAA es uno de los tres ejes a construir.
Micheli subrayó que eso es «una tarea pendiente»; realzó el protagonismo sectorial privado de dirigentes como Rafael Vargas (azucareros), José Rigane (Luz y Fuerza) y Julio Acosta (energía) y señaló que ese crecimiento deberá analizarse con ellos y las secretarías Gremial, de Organización y General, sumando a los titulares de las provincias del cordón industrial.
«El otro sector importante es el de los estatales y la educación. Hay que avanzar en la construcción de Federaciones. Y otro tema trascendente es el de los cooperativistas, los movimientos territoriales, las viviendas. Resta aún concretar un espacio en el área campesina», puntualizó el titular de la corriente gremial.
Micheli señaló que los trabajadores deben defenderse desde «lo general a lo particular»; indicó que es preciso que los empleadores «no logren derrotar al movimiento sindical en
la Organización Internacional del Trabajo (OIT) respecto del derecho de huelga» y aseveró que en la Argentina la Corte Suprema de Justicia asumió «un rol importante, que ratificó de forma reciente en la audiencia en la que se defendió ese ejercicio gremial».
«Defender el derecho de huelga de las organizaciones con personería gremial es fácil. Hay que defender que ese ejercicio sea colectivo y válido si es decidido en una asamblea, aunque el sindicato no la desee. Eso fue claro en la audiencia. El gobierno tiene una posición favorable al respecto», señaló Micheli.
El dirigente indicó que la Federación Sindical Mundial (FSM), la Confederación Sindical de las Américas (CSA) y el ESNA deben realizar ahora una acción común sobre el derecho de huelga.
Micheli se pronunció por la construcción de «una fuerza social poderosa de los trabajadores y de una central de masas» que conduzca «la conflictividad social y gremial en el país».
Para Micheli, si la CTAA lograse ser poderosa en las áreas estatal, privada y territorial podrá desempeñar «un rol que traccione a las fuerzas del campo popular a un camino de unidad». Sin embargo, señaló que la corriente debe transformarse en «referencia» de los trabajadores y conducir el conflicto social y gremial, a la vez que reclamó otra vez la eliminación del impuesto a las ganancias, el 82 por ciento móvil y salarios dignos.