Los operarios denunciaron además que la firma propietaria de la planta del barrio de Chacarita, «Deconti», les adeuda tres meses de sueldo más varias cuotas debitadas automáticamente de sus haberes para el pago de préstamos otorgados por una mutual, que nunca recibió los pagos, en lo que constituye «una estafa» y «un robo».
Los trabajadores ofrecieron una conferencia de prensa en la puerta del establecimiento para visibilizar la problemática, acompañados por legisladores porteños y comuneros, así como por referentes de ATE, de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta), de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), de distintas organizaciones políticas y de otras empresas recuperadas como la parrilla Los Chanchitos.
«Acá estamos en una situación de crisis total: tenemos más de tres meses de atraso de sueldo y la firma está concursada, con un pasivo de 83,5 millones de pesos y una deuda a la AFIP de 17 millones de pesos», afirmó el delegado de los trabajadores, Luis Baini en la vereda de la planta de Girandot 345.
«Además tiene una deuda con la Mutual 12 de Enero, por una estafa que nos hizo a partir de unos créditos que sacamos: nos descontaban de nuestros haberes pero no pagaban», explicó.
El delegado aseguró que el objetivo ahora es conseguir «respaldo político y de la comunidad» para «defender la fuente de trabajo» retomando la producción autogestionadamante como cooperativa de trabajo esta misma semana, «porque nuestras familias ya no aguantan más y ellos no tienen ninguna respuesta».
Fundada en 1971, la empresa Deconti fabrica pastas frescas, piononos, tapas de empanadas y de pascualinas con dos marcas: «La Litoraleña» y «Doñamasa».
A su turno, el legislador porteño por Nuevo Encuentro-FpV José Cruz Campagnoli aseguró que se trata de «un caso claro de vaciamiento por parte del dueño de esta empresa, Rodolfo Conti».
«Esta empresa es una empresa rentable, que tiene mercados abiertos, ningún problema de producción ni de colocación de sus productos, por lo tanto lo que hay es un intento de vaciamiento o reducción del plantel para achicar ‘costos laborales’ que mejoren la ganancia del dueño sometiendo a situación lamentable a 115 trabajadores con sus familias», dijo.
Campagnoli consideró además que no hay otra explicación para que los despidos hayan recaído sobre parte del personal más antiguo: «En una maniobra que utiliza el conflicto para echar durante el conflicto a una parte del personal y achicar costos laborales en materia de indemnización».
Por su parte, el legislador de Liberación-FpV Fernando Muñoz expresó su «solidaridad y apoyo absoluto a los trabajadores en esta situación».
«Los camiones, las máquinas y las plantas son para trabajar y si el patrón se borra, si las quiere utilizar a espaldas del derecho de más de un centenar de trabajadores, se tiene que hacer de manera autogestionada, con respaldo de las organizaciones que históricamente han estado apoyando a estos movimientos», consideró.
A su turno, el abogado de los trabajadores, Afaliva Dinani explicó que los 29 trabajadores recibieron sus telegramas de despido el pasado viernes como toda respuesta a la reunión mantenida con el empleador, donde se le planteó «el pago inmediato de uno de los salarios y el establecimiento de un cronograma de pago para completar los otros dos adeudados», manifestando así su «vocación de diálogo».