Héctor Daer y Carlos West Ocampor aprovecharon el 50° Congreso Nacional Ordinario de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), para blanquear lo que era un secreto a voces: su cambio de barco político.
El documento del congreso se pronunció por «la unidad del movimiento obrero y el compromiso militante en la elección presidencial del 22 de noviembre para garantizar con Daniel Scioli la plena vigencia del modelo sindical y los derechos sociales adquiridos», a la vez que aseguró que «la libertad sindical es una falsa bandera».
Los delegados congresales deliberaron durante dos jornadas en la ciudad cordobesa de La Falda y elaboraron un documento final, en el que también ratificaron la necesidad de «la búsqueda permanente de la justicia social como elemento esencial de la transformación de una sociedad injusta y desigual, porque ese fue desde siempre el norte del accionar de las organizaciones sindicales».
La FATSA reafirmó la necesidad de respaldar en el balotaje del 22 de noviembre próximo a Daniel Scioli y trazó diferencias bien marcadas respecto del candidato de Cambiemos, Mauricio Macri.
«Las conquistas sociales alcanzadas, los derechos individuales y colectivos de los trabajadores activos y pasivos y el pleno ejercicio de los derechos de presión, protesta y huelga, garantizados por el ordenamiento legal, no son permanentes ni definitivos», puntualizó el documento final de la organización.
La FATSA reseñó que en los últimos 60 años «los embates del neoliberalismo, escondido detrás de cada golpe militar y presente en algunos gobiernos constitucionales, persiguieron la destrucción de los sindicatos para disminuir el valor de los salarios y aumentar la desprotección de los trabajadores».
«Con trabajadores divididos, desprotegidos y sin negociaciones colectivas los salarios disminuyen en la misma proporción en que crecen las ganancias de las empresas. La transferencia de recursos de quienes menos tienen a los sectores más ricos de la sociedad acrecienta la desigualdad y la injusticia social», señaló.
Los congresales aseveraron que en los últimos 12 años «los sindicatos y los trabajadores activos y pasivos acumularon derechos colectivos e individuales que deben defender, y también exigir la aplicación y su mejora», en tanto indicaron que «la unidad del movimiento obrero no es solo un objetivo extensamente declamado sino una necesidad impostergable para potenciar la fuerza transformadora de las organizaciones gremiales argentinas».
«La unidad es garantía del pleno ejercicio del modelo sindical, orgullo de los trabajadores argentinos y ejemplo para los sindicatos del mundo. Hay que defenderlo de los ataques que, por derecha e izquierda, pretenden asestar los enemigos de los trabajadores que, cobijados en la falsa bandera de la libertad sindical, procuran dividirlos y y debilitarlos», puntualizó.
El documento sostuvo que ello es «una curiosa coincidencia de ideologías antagónicas que, alejadas de los trabajadores, buscan objetivos distintos con el mismo resultado: la destrucción del modelo sindical», y subrayó que esos derechos colectivos consagrados y ejercidos en esos últimos años con absoluta naturalidad pueden evaporarse rápidamente -como ocurrió en otras latitudes-, provocando «la pérdida de derechos individuales, la caída de los ingresos y el aumento de la desigualdad social».
Para la FATSA, el 22 de noviembre próximo los trabajadores deberán optar entre dos candidatos a presidente, pero «sus ideales y compromisos con la defensa de los derechos de los trabajadores son bien distintos», y añadió que «la elección de uno u otro no debe resultar indiferente, con independencia de los deseos individuales o derechos políticos, porque en esta elección se definirá el futuro de esos derechos colectivos».
«La continuidad de los derechos adquiridos se garantizará con la elección del candidato peronista. De imponerse el cambio, se modificarán esos derechos en la dirección contraria a los intereses de los trabajadores. Años de lucha, persecuciones y muchos derechos adquiridos a fuerza de perseverancia, unidad y compromiso podrían perderse en una opción individualista y egoísta», aseguraron los congresales en el documento.
La FATSA se pronunció por reivindicar hoy «la gloriosa gesta del 17 de Octubre de 1945, que reconoció el rol de los sindicatos en el desarrollo de una sociedad democrática y sentó las bases de la justicia social», y argumentó que «errores propios, omisiones voluntarias e imponderables circunstancias internacionales nos colocan hoy frente a una nueva encrucijada y, esos caminos, conducen a destinos muy distintos».
La vigencia y garantía de esos derechos es una obligación de «la tradición histórica, la pertenecía social y el compromiso militante», porque «el peronismo otorgó la identidad; la lucha y la unidad, el crecimiento y, la militancia, dará la continuidad».
«Hay que acompañar sin dudas ni mezquindades a los candidatos peronistas, redoblando los esfuerzos para garantizar el triunfo», concluyó la organización sindical.