«Observamos con preocupación que las fallas mecánicas, eléctricas o de sistema de señales, son utilizadas por algunos violentos como excusa para agredir a nuestros compañeros y compañeras», dijo la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), y agregó que en uno de los ataques en la estación Miserere «el guarda fue golpeado con la formación en movimiento, con grave riesgo de caer al túnel».
Indicaron que el subte «se ha convertido en un espacio riesgoso para los trabajadores y también para los usuarios, quienes padecen desde robos hasta situaciones de acoso sexual».
En este aspecto exigieron al Gobierno de la Ciudad, a Subterráneos de Buenos Airess (SBASE) y a la concesionaria Metrovías «el refuerzo de personal de la Policía Metropolitana y las garantías necesarias para poder trabajar en condiciones seguras».
El 10 de noviembre pasado, los trabajadores de la línea C realizaron un paro durante toda la jornada por la agresión sufrida por un maquinista de parte de un pasajero en la estación Plaza Constitución.
En esa ocasión, Sbase prometió una mayor presencia de la policía Metropolitana ante la denuncia de los trabajadores de que la Metropolitana «no estaba en los andenes ni en las boleterías» y que estas agresiones se generaban «ante el desgaste de las formaciones y la falta de mantenimiento a raíz de que existen pocos coches para mantener la frecuencia».