El acto se realizó en el cine Gaumont de la Capital Federal, en la Avenida Rivadavia al 1.600 y asistieron, entre otros, el titular del Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO), Gustavo Marangoni; el diputado nacional Héctor Recalde; los secretarios general y de Prensa de la Asociación Bancaria (AB), Sergio Palazzo y Eduardo Berrozpe; el jefe de los gráficos e imprenteros, Héctor Amichetti; José Casares (docentes privados y titular de la CGT Zona Norte) y José Montero (de la CGT Bahía Blanca y la UOCRA).
«Los trabajadores votamos Scioli en defensa propia», señalaron todos ellos en un documento leído ante un público entusiasta, en tanto Palazzo reivindicó las conquistas obtenidas por los trabajadores desde 2003 y «el proyecto nacional y popular» y, como radical, también reivindicó a Hipólito Yrigoyen y Raúl Alfonsín.
«Scioli es la posibilidad de continuar con la recuperación económica y social iniciada en 2003; de construir sobre lo construido; de ir por lo que falta; de corregir errores. Macri representa a quienes creen en una sociedad desigual, en la que muy pocos son ricos a costa de muchos con necesidades insatisfechas. Por eso oculta con slogans fáciles y globos de colores las políticas que adoptará y responden al poder económico concentrado. Por ello la propuesta de devaluación del 50 por ciento», aseveró el documento, leído entre cánticos, bombos y decenas de carteles.
Los dirigentes aseguraron que los trabajadores saben qué significa «una devaluación de esa magnitud y la voracidad de los grandes formadores de precios: la destrucción del poder adquisitivo del salario y conflictos interminables, retroceso, contracción de la demanda y problemas de empleo, o sea, comenzar de nuevo».
El documento, firmado entre otros dirigentes por Alejandra Vilte, Alejandro Fagiani, Ezequiel Tosco, Susana Santomingo, Daniel Sosta, Matias Tomsith, Oscar Lagiglia, Ricardo González, Gustavo Morán y Diego Fernández, de la Mesa Político-Sindical para el Proyecto Nacional de la Capital Federal, reseñó que «los trabajadores asumieron ese proyecto desde su encuentro con Juan Perón, quien marcó la importancia fundamental de la independencia económica, la soberanía política y la unidad latinoamericana para avanzar en el camino de la justicia social y de un mundo mejor».
«Los trabajadores no se equivocaron. Ese proyecto es propio, porque la suerte como trabajadores está indisolublemente vinculada con la de la Nación. Lo comprobaron al sufrir las consecuencias junto con el país productivo luego del ’55 y en cada golpe, sobre todo con la dictadura genocida; con los gobiernos que dieron la espalda al interés del pueblo en los ’90; con la lógica consecuencia del terrible quebranto de 2001», puntualizó.
También sostuvo que «se resistió, se reaccionó y se recuperó el camino de la justicia social en 2003 con Néstor Kirchner y, luego, con Cristina. En esos doce años se recuperaron los sueños y nos volvimos a ilusionar con la política como instrumento de transformación y una destacada participación juvenil».
«Hubo avances en derechos con seis millones de nuevos empleos; más de tres y medio millones de jubilados; paritarias que defienden el salario y las condiciones de trabajo; la movilidad jubilatoria con dos aumentos anuales; la asignación universal; el acceso a una vivienda; a la escuela y la alimentación; el aumento del porcentaje del Producto Buto Interno (PBI) para la educación del 1,5 al 6,5 por ciento y 17 nuevas universidades», afirmó.
Exaltó la recuperación del rol del Estado; de YPF, Aerolíneas y el Correo; del reclamo pacífico por Malvinas; la política de memoria, verdad y justicia; el rechazo a «las pretensiones usurarias de los fondos buitre y a su voracidad» y la promoción del desarrollo tecnológico, a pesar de que «los Macri jugaron en contra».
«Fue posible porque hoy hay Patria. Aunque aún falta y, así, lo demuestra el trabajo no registrado o precario y, como fue claro el 25 de octubre, hay que corregir errores, por ejemplo, a la hora de construir acuerdos para superar situaciones críticas», señaló.
El sector se pronunció por la adopción de decisiones que requieren «un amplio acuerdo nacional, con participación inexcusable del movimiento sindical», y condenó «el alza especulativa de los precios por la irresponsable promoción de una devaluación de los economistas de Macri», a la vez que señaló como problemas a resolver «la articulación productiva; la falta de divisas para adquirir insumos; el empecinamiento en dolarizar en lo privado; situaciones oligopólicas de precios; inequidad tributaria; fuga de capitales y un sistema financiero al servicio especulativo».
Los sindicalistas, trabajadores, legisladores y funcionarios respaldaron la consolidación del mercado interno, el acrecentamiento del nivel de empleo, la mayor inclusión de los más pobres y la ratificación del desendeudamiento, por lo que «la única opción el 22 es Scioli, quien garantiza los derechos».
Al acto adhirieron de forma expresa los gremios de televisión, imprenta, docentes privados, farmacia, publicidad, motoqueros y construcción, entre otras muchas organizaciones sindicales.