«Creemos y lo hemos hecho en todos los ámbitos donde nos tocó gestionar, que las paritarias tienen que ser libres. Lo que sí entendemos es que es muy importante que miremos el desarrollo de la economía. Tenemos que sacar adelante el país y poner la economía en funcionamiento», dijo ayer Triaca en declaraciones a radio Continental.
En ese marco, aseveró que «tiene que primar una madurez tanto de los dirigentes sindicales como empresariales para entender cuál es el objetivo común».
Así, Triaca arrancó su performance –si bien faltan diez días para que asuma- con una postura algo ambigua respecto a una de las políticas más avaladas por el ámbito gremial en los últimos años: las paritarias libres.
Por otra parte, Triaca destacó que tiene una «buena relación» con el titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, así como con todos los dirigentes gremiales, y afirmó que aprendió de su familia que «hay que dialogar con todo el mundo, incluso con los que no hay coincidencias».
Blanqueó así cierta enemistad con el camionero, quien arrastra una enemistad histórica con el padre de Triaca, el ya fallecido dirigente sindical del plástico y ex ministro de Trabajo menemista.
Al ser consultado sobre la reunificación del movimiento obrero, el designado funcionario indicó que «el proceso de unidad de las CGT es valioso porque creemos en la unidad de los argentinos, que es un valor en sí mismo», pero aclaró que «depende de los dirigentes» y no de los funcionarios que queden a cargo de la cartera laboral.
Por último, Triaca -que adelantó que esta semana se reunirá con el ministro saliente Carlos Tomada- dijo que el nuevo gobierno de Mauricio Macri «va a trabajar en el sentido» de lograr un pacto social y agregó que «se van a encontrar los argumentos para encontrar ese pacto», ya que «el diálogo es lo que logrará que los argentinos encontremos un ámbito de coincidencias».