Luego de horas de discusión en la sede del Sindicato de Peones de Taxis, la CGT que lidera el metalúrgico Antonio Caló quedó al borde de la fractura. A pesar de los esfuerzos por una salida intermedia, no hubo posibilidad de conciliar las posturas y se profundizaron las diferencias entre quienes quieren avanzar en la unidad sindical a toda velocidad y quienes prefieren enfriar el proceso hasta que el panorama esté más claro.
En el plenario de secretarios generales el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), con el refuerzo de la Unión Ferroviaria, SMATA, Luz y Fuerza y la UOM, logró imponer su mayoría y evitar que la central asista orgánicamente a la cumbre de las tres CGT que se realizará este viernes en Azopardo. Entienden que no es el momento para avanzar en una unidad sin discutir el proyecto de central. Además saben que en estas condiciones deberán hacer seguidismo de Moyano.
Lo que no pudieron fue persuadir a quienes estaban convencidos de acercarse al moyanismo y al barrionuevismo que desistan de su posición. Por ello el viernes Gordos e Independientes se acercarán a Azopardo 802 en son de paz, aunque a titulo personal (de su gremio en realidad).
Gordos e Independientes, sindicatos que suelen ser oficialistas crónicos, perciben que Hugo Moyano tiene los mejores vínculos trazados con Cambiemos y tratarán de saltar al lado de quien se posiciona como el interlocutor principal de Mauricio Macri en material y al calor del nuevo poder político.
Desde el MASA, además, remarcaron que conducen la central que cuenta con el reconocimiento oficial y, por lo tanto, un proceso de unidad debe ser convocada desde la conducción de Caló para que, además de legitimidad, tenga sustento legal. Desafiantes.
Aunque en las últimas horas había corrido la versión de que Luz y Fuerza abandonaría el núcleo duro del caloismo para saltar el cerco hacia el moyanismo, ayer distintos dirigentes descartaron los rumores y los calificaron como una operación de prensa para presionar a Guillermo Moser impulsada por los Gordos.
Por otro lado, en materia de lo reivindicativo, el plenario de dirigentes resolvió avanzar en el pedido formal de un bono de fin de año para todos los trabajadores y jubilados «que sirva para paliar el desfasaje de precios que se vivió en el último mes». Aunque no definieron un monto porque hay sectores que tienen mayores posibilidades, la idea de la central es que el beneficio sea universal y llegue también a los pasivos.