Mauricio Macri dio una conferencia de prensa en la que le preguntaron por la cantidad de despidos que hubo en el ámbito estatal: «Yo sueño que tengamos una Argentina donde cada uno de nosotros encuentre un lugar donde ser feliz», respondió con tono zen el presidente, quien incluso no descartó que haya más echados.
«Para eso es tan importante la tarea de cada día, la vocación, que cada uno esté orgulloso de su trabajo, que sea digno e íntegro, que no haya más argentinos a los que se le dibuje un recibo salarial por algo que no hace», dijo en contra de los «ñoquis».
Macri no descartó que hubiera nuevos despidos de trabajadores del Estado, sostuvo que los depidos de los últimos días se debieron a «un enorme vaciamiento del Estado» y advirtió que «el Estado no es del partido político que ganó la elección».
«El Estado tiene que estar al servicio de todos», dijo y sostuvo que buscará «construir un Estado como el de la ciudad de Buenos Aires, apostando a la carrera pública».
Al ser consultado qué ocurrirá con las más de 12 mil estatales que fueron despedidos, Macri dijo que iría al Foro de Davos para «encontrar inversiones» de modo tal que puedan «abrirse fábricas», siempre y cuando «el país sea previsible».
«El gobierno kirchnerista fue puesto al servicio de la militancia política, eso no es el Estado», aclaró mientras explicó qué hará con quienes «no trabajan»: «Los argentinos que encontramos escondidos, que no vienen, que cobran un salario, tienen que entender que tienen un lugar, que los necesitamos y que ellos no necesitan venir a cobrar un sobre para devolver la mitad de su salario a quien le dio trabajo». Además, agregó: «Creamos en nosotros mismos, somos mucho más de lo que nos han dejado ser».