La crisis petrolera amenaza con desembocar en miles de despidos en la Patagonia. En ese contexto una multitudinaria asamblea de más de 15 mil empleados se convocó en Comodoro Rivadavia, Chubut, para resolver los pasos a seguir y marcar su postura frente a las negociaciones que se llevan adelante para encontrar una salida sin ajuste.
«Cada vez que hay crisis o un problema, siempre los perjudicados somos los trabajadores. Este pueblo es pacifista y trabajador, pero no se metan con sus familias ni con sus intereses, porque nos van a encontrar unidos», advirtió Jorge Ávila, titular del gremio petrolero de Chubut.
«Tienen cinco días para resolver esto, sino tendrán un país en llamas, sin gas ni petróleo», agregó Ávila, refiriéndose al encuentro que mantendrán el lunes donde esperan que el Gobierno y las empresas presenten alguna solución al conflicto. Luego de ese tiempo, sostuvo que «Comodoro quedará paralizada» y amenazan con desabastecer el país.
Por su parte, el secretario adjunto del Gremio, Carlos Gómez, aclaró antes que no sólo defienden sus puestos de trabajo, sino también «a la economía regional».
«No defendemos puestos de trabajo sino la economía regional», expresó el diputado provincial y referente petrolero. A su vez, indicó que en su momento y ante la baja del precio del crudo en la cuenca neuquina y del Golfo San Jorge desde Nación los «tiraron al bombo y a la quiebra».
Gómez se refirió a la reunión que el miércoles mantuvieron funcionarios del Gobierno nacional y el de Chubut. En este sentido, dijo que a partir del encuentro -del que también participaron dirigentes petroleros- se abrió un «marco de diálogo».
«Acá los protagonistas son los trabajadores de petróleo y gas privado de Chubut», agregó sobre el final de su discurso.