A pocas horas para que el presidente Mauricio Macri reciba en Casa Rosada a los representantes de las tres Centrales cegetistas, las dos CTA se sintieron discriminadas.
El Presidente se reunirá mañana con el líder de la CGT Azopardo, Hugo Moyano; el de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo; y posiblemente con Antonio Caló, de la CGT más afín al kirchnerismo.
«A nosotros creo que nos va a recibir el perrito Balcarce», bromeó el gremialista Hugo Yasky para cuestionar el llamado que el Presidente hizo a las centrales obreras de Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo. «Empieza con el sindicalismo friendly», señaló Yasky, quien está ligado al kirchnerismo.
Macri convocó a parte del sindicalismo en medio de la disputa por los topes en las discusiones salariales tras la tensión que generó la semana pasada la sugerencia oficial de debatir aumentos con una pauta inflacionaria de entre el 20 y el 25 por ciento.
También fueron convocados Armando Cavalieri, de Comercio; Gerardo Martínez, de la Construcción; Juan Carlos Schmidt, de Dragado y Balizamiento y a cargo de la estratégica Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT); José Luis Lingieri, de Obras Sanitarias, y el aliado del macrismo Gerónimo «Momo» Venegas, de la Uatre. Pero no se llamó a Yasky y a la CTA de Pablo Micheli.
«Fue una convocatoria selectiva», apuntó el docente, que también se quejó por la estrategia de Cambiemos de ponerle «un techo» a los aumentos. «La inflación de mínima es entre de 35 y 40 por ciento. Nuestro reclamo es ese, salvo que se planteé una paritaria semestral y volvamos a discutir en julio», dijo Yasky en La Red.
Por su parte, el líder de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, dijo que Macri busca «una política típica de corte neoliberal».
El gremialista estimó que la CTA fue dejada afuera porque el Gobierno apuesta a discutir «con los que están dispuestos a arreglar».
Micheli confirmó por radio Belgrano que el 24 de febrero la CTA respaldará el paro convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y participará de la marcha. Y advirtió que la CTA «a mediados de marzo», si no hay respuestas del Gobierno a sus reclamos, organizará una «jornada nacional del lucha» que no descartó que incluya un paro nacional del sector.