Las dos fuerzas principales que componen el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), el Partido Obrero (PO) y el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS), atraviesan una nueva diferenciación sobre cómo encarar su relación con el kirchnerismo, en su coincidencia, al menos parcial, de combate contra los despidos y demás ofensiva laboral del gobierno nacional.
Christian Castillo, referente del PTS, señaló que su partido “sostiene un programa anticapitalista, socialista y de independencia política y de clase respecto del Gobierno y las distintas variantes patronales”, y que, siempre desde esa perspectiva, “es muy probable que haya unidad de acción en reclamos puntuales como pueden ser los despidos en el Centro Cultural Néstor Kirchner, en el Grupo 23 y por la libertad de Milagro Sala”.
Desde el PO, Néstor Pitrola, se mostró menos propenso a coincidir con la ex fuerza gubernamental. Consultado por Página/12, el ex diputado aclaró: “el Partido Obrero se pronunció y movilizó contra la detención de Milagro Sala, cuyas circunstancias configuraron un serio precedente en favor de la criminalización de la protesta. La libertad de expresión y movilización la defendemos incondicionalmente, incluso cuando los afectados –como el caso de Sala– expresan a una corriente antagónica a la nuestra, que ha forjado un emporio económico en base a la precarización laboral y la prepotencia política”.
Fue precisamente el tema del encarcelamiento de la líder de la agrupación Túpac Amaru el que desató las diferencias públicas entre los dos partidos troskistas, al punto que el PO publicó en su página oficial que el PTS había hecho un acuerdo con el kirchnerismo, lo cual fue desmentido por ese partido. “Nadie serio puede creer que PTS hizo un acuerdo con el kirchnerismo, eso es pura pirotecnia”, explicó Castillo, y agregó: “Nuestra posición fue una autodefensa de todos los trabajadores populares, tomamos nota del mensaje que envió Macri con esa detención”.
Además, el 5 de marzo se realizaría un encuentro sindical combativo, del cual surgirán propuestas de cara a las negociaciones salariales paritarias, remarcando sus críticas a la “burocracia sindical”. “La izquierda debe luchar por una auténtica representación obrera en las paritarias, a través de representantes electos y del debate de las reivindicaciones en plenarios de delegados y asambleas”, anunció Pitrola.
Castillo coincidió en este punto y amplió: “Impulsamos asambleas en los lugares de trabajo, no tiene que haber caída de salario mínimo con una canasta familiar que ronda los 20 mil pesos, vamos a apoyar el paro de ATE del 24 de febrero, en el que vamos a confluir en una unidad de acción pero que debe ser el inicio de un plan de lucha, y denunciamos que los sectores sindicales que se reunieron con Macri preparan la entrega de puestos de trabajo a cambio de la plata de obras sociales, tendría que haber un paro unificado de todo el movimiento obrero, en cambio la burocracia sindical no propone nada”, apuntó Castillo.