Mauricio Macri confirmó que el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias se elevará a 30 mil pesos, ante un nutrido grupo de sindicalistas que lo aplaudieron en la primera fila del Salón Blanco de la Casa Rosada, pero que los dejó con un sabor agridulce.
Tras el mal trago de la mañana, los detalles de la tarde terminaron de demostrar que la medida tendría poco impacto concreto ya que el nuevo piso de Ganancias es para aquellos trabajadores casados y con dos hijos que ganen hasta 30 mil pesos brutos (o sea que no es para aquellos que cobran 30 mil pesos en mano). Es decir que el piso para solteros sin hijos será mucho más bajo, de unos 19 mil pesos de bolsillo.
Según dijo Macri, la medida es retroactiva a enero y representa «un aumento del 160 por ciento» en el piso a partir del cual se empieza a cobrar ganancias en la IV categoría. «Alguien que cobraba 21.300 pesos pasará a cobrar 26.600 pesos», explicó el mandatario, que admitió que solo «es un primer paso».
El tema que quedó en la nebulosa es la modificación de las escalas, que tras años de no ser actualizadas provocaron serias distorsiones. El macrismo había prometido que el cambio también afectaría a las escalas, pero la modificación quedaría para un proyecto de ley que tratará el Congreso, todavía sin fecha.
La primera reacción de los sindicalistas que acompañaron a Macri en el acto fue positiva, aunque en el caso de Hugo Moyano ni siquiera espero a irse de la Casa Rosada para mostrar que no se fue del todo conforme con el nuevo piso, además de aclarar que la suba no impactará en las paritarias.
«Es importante, es un paso adelante, aunque uno siempre pretenda un poco más», se sinceró el líder de la CGT Azopardo apenas concluido el acto. «Es un avance, pero faltan todavía muchos temas para discutir», continuó Moyano, que reconoció que los gremialistas «creían» que la suba «iba a ser un poco más amplia».
El camionero aclaró además que la modificación no «cambia el clima de las paritarias» que «es siempre el mismo», en referencia al piso de aumento que pedirán, en torno al 32 por ciento. «Hay muchos trabajadores que no pagan Ganancias y los afectó mucho la inflación», aclaró al respecto Moyano.
Es que la Casa Rosada pretendía suavizar a los sindicalistas con las mejoras en Ganancias y asignaciones familiares (que se ampliarán a 900 mil familias y las percibirán quienes ganen hasta 15 mil pesos), para que acepten el techo del 25 por ciento para los aumentos salarios. De alguna manera, en el Gobierno querían presentar esas mejoras como “puntos extras” en las paritarias.
El anuncio «amarrete» entonces, en lugar de calmar las aguas, confirmó los reclamos por encima del 30 por ciento en lugar de retrotraerlos. Y algo que es todavía peor para Macri, una porción que se fue diconforme, ahora van por la eliminación de Ganancias y le recuerda que lo había prometido en campaña.