El cambio de gobierno implicó un rotundo cambio en el marco de alianzas del gremialismo. Es que las centrales sindicales modificaron su posicionamiento frente al flamante oficialismo y la política económica de Cambiemos acercó a varios que hasta ahora estaban expectantes.
La seccional porteña de ATE es uno de los gremios más activos en pos de encarnar una nueva unidad en acción entre diferentes espacios sindicales. En ese sentido viene realizando convocatorias con gremios cegetistas y de la CTA de los Trabajadores en su sede para coordinar actividades.
Sin embargo fueron más allá. En los últimos días los conducidos por Daniel Catalano mantuvieron reuniones con Hugo Yasky y Pablo Micheli para tratar de que ambos acerquen, todavía más, sus posiciones para que aúnen actividades el 24 de febrero y ese sea el puntapié inicial para más acciones en tándem.
«El objetivo es darle al paro la contundencia necesaria para frenar el desguace del Estado y las políticas, impulsadas por el gobierno de Macri, que socavan los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras», informaron desde el gremio de estatales.
«Entendemos que la unidad del movimiento obrero es imprescindible para estar a la altura de las circunstancias que el momento histórico reclama», añadieron.
La posición de ATE Capital es estratégica en ese sentido. Sucede que si bien son parte de un gremio que integra a nivel nacional a la CTA de Micheli, Catalano y la conducción porteña son muy cercano a Yasky. Por ese doble rol es que tratan de achicar distancias frente a una realidad que coloca a las dos expresiones ceteístas en la oposición.