La compañía siderúrgica cerrará sus puertas del 18 al 28 de marzo próximos y obligó al personal a tomarse vacaciones en ese período o compensar francos para «no afectar» el empleo.
«No puedo asegurar que en algunos casos no haya que llegar a alguna suspensión, pero vamos a ir agotando todas las instancias para no llegar a las suspensiones», indicó el gerente de Relaciones Externas de Acindar, Carlos Vaccaro.
El ejecutivo aseveró que se trata de una medida preventiva y admitió que desde diciembre cayó bruscamente la demanda principalmente desde los sectores automotriz y de la construcción.
Al respecto, aseguró que la compañía, controlada por el grupo Arcelor Mittal, destina toda su producción al mercado interno, ya que «exportar es imposible».
Por otra parte, Acindar comounicó a la Subsecretaría de Comercio Interior una reducción de precios del 5% en su cartera de productos, con el propósito de «contener la inflación».
«La decisión fue comunicada por la empresa a la Subsecretaría de Comercio Interior y dicha medida responde al fuerte compromiso que tiene Acindar para acompañar al Gobierno en los esfuerzos que está realizando para contener la inflación», indicó en un comunicado.
José Ignacio Giraudo, director General Ejecutivo de la empresa, consideró: «Desde Acindar no estamos ajenos a la realidad del país, y es por ello que hemos tomado esta medida para colaborar con el trabajo argentino y favorecer la competitividad de los distintos sectores».
«Esta decisión beneficiará a diferentes segmentos de mercado locales como la metalmecánica, el agro y la construcción entre otras, con quienes estamos fuertemente comprometidos», consideró el ejecutivo.
Desde la UOM vienen advirtiendo los problemas de la industria siderúrugica que ya afectaron a Siderar y temen que si no hay una política de intervención del estado para contener las crisis de la actividad se vaya, en el corto o mediano plazo, a una pérdida de puestos de trabajo.