Ayer uno de los focos de atención del día esta puesto en el Conrgeso Nacional del PJ. Es que en el Estadio Obras se iba a decidir parte del calendario electoral del partido y buena porción de la dirigencia sindical peronista iba a participar del cónclave para hacer pesar su rol, en el marco de la dura interna que se vive tras la derrota electoral.
Lo que llamó la atención fue la llegada de dos adelantados. Es que un buen rato antes incluso de que se haga el primer llamado a los congresales, en la cancha de basquet ya estaba el tándem de gremialistas Omar Viviani (peones de taxis)- Ricardo Pignanelli (mecánicos).
Los dos dirigentes, parte de los mentores y gestores de la ruptura del bloque de diputados del Frente para la Victoria y la materialización del nuevo BloqueJusticialista, fueron a apoyar a su par Oscar Romero (dirigente del SMATA y diputado nacional) y a su aliado Diego Bossio en una reunión que prometía tenerlos como actores centrales y cuestionados. De hecho en muchos momentos, por las duras recriminaciones contra el ex titular de la ANSES, el cónclave estuvo al borde del escándalo.
Viviani y Pignanelli fueron quienes juntaron un total de ocho secretarios generales de sindicatos que respaldaron la salida de los diputados nacionales del FpV y ahora están pensando en su ubicación gremial futura.
Sucede que la disputa que abrió su decisión política en el marco de su filiación sindical los dejó casi sin contención o con la necesidad de buscar un nuevo paraguas. Puede que la CGT de Antonio Caló ya no sea su casa y habrá que ver que sucede en el futuro con ese conjunto de gremios.