En diciembre pasado, tras un conflicto por despidos que tuvo instancias de mediación en el Ministerio de Trabajo, el Grupo Techint había garantizado que mantendría los puestos de trabajo, al menos por los próximos seis meses. Pero la promesa quedó corta. Es que a dos meses de la firma de ese entendimiento, otra vez llegaron telegramas de despidos.
Según relataron desde la Unión Obrera Metalúrigca (UOM) local, Siderca ya envió algo más de 300 telegramas de despido. Unos 70 fueron para el personal contratado a través de la firma Loginter que desde hoy se quedan sin trabajo y algo más de 230 para los contratados a través de Comau.
Por ello ayer avanzaron en un corte en la rotonda de ingreso al puente Zárate para reclamar que la empresa, propiedad de Paolo Rocca, de marcha atrás con la decisión y reincorpore a todos los trabajadores.
El plan de achique de Siderca había comenzado en abril del año pasado cuando se anunciaron suspensiones del personal que se extendieron todo el 2015. Los suspendidos, a través de un acuerdo de la firma con el gremio, cobraban el 80% de sus salarios.
Los metalúrgicos le reclaman a Siderca que revea la situación y sostenga los empleos. Le piden que los trabajadores no sean la primer variable de ajuste luego de muchos años en los que obtuvo ganancias extraordinarias.