La Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito atraviesa horas de incertidumbre ante la posibilidad de que el gobierno nacional frene la construcción de Atucha III y, en consecuencia, caiga el contrato para la producción de las 600 toneladas que requerirá su abastecimiento.
El secretario general de ATE Neuquén, Carlos Quintriqueo, pedirá una audiencia con el gobernador Omar Gutiérrez y los senadores nacionales por la provincia para que intercedan en el conflicto.
«Son casi 500 trabajadores en forma directa y otros 500 en forma indirecta que hoy no tienen garantizada su continuidad laboral producto de las políticas de vaciamiento del gobierno nacional», señaló el dirigente en una conferencia de prensa brindad en la sede de ATE.
Indicó que, al igual que hicieron con la crisis petrolera, es necesario que los representantes neuquinos medien con el gobierno nacional para arribar a soluciones para los trabajadores.
Los delegados precisaron que se les adeuda una parte de los salarios de enero y que «no hay confirmación de que se cobren los de marzo porque la empresa dice que no dispone de fondos».
La planta permanece sin actividad desde hace cuatro meses y los trabajadores pidieron, como solución temporaria, un contrato a corto plazo hasta que exista una decisión política de continuar con la cuarta central.